Kutná Hora, la ciudad checa de la plata

De regreso a Praga, donde cogimos el avión de vuelta a Madrid, hicimos una parada en Kutná Hora para visitar esta pequeña ciudad situada en el centro de la República Checa. En la actualidad es una tranquila localidad de poco más de 20.000 habitantes, pero en la época medieval fue una importante urbe del reino de Bohemia, que llegó a rivalizar con Praga por la capitalidad del reino e, incluso, acogió la corte real durante un breve periodo de tiempo. Ese esplendor medieval se debe a las minas de plata que hay por esta comarca y que fueron una gran fuente de riqueza desde que empezaron a explotarse allá por el siglo X.

La extracción de plata sigue siendo uno de sus principales reclamos turísticos porque en el centro de Kutná Hora hay una mina de plata que se puede visitar. Los tours guiados los organiza el Museo Checo de la Plata, donde hay una pequeña exposición sobre el pasado minero de la ciudad, y los circuitos se realizan en grupos de unas diez personas. En el museo te proporcionan un casco con linterna y una especie de bata que parece más un albornoz para ir a un spa que para visitar una mina. De hecho, paseando por Kutná Hora seguro que os topais con algún grupo de turistas vestidos con ese peculiar atuendo y que se dirigen hacia la mina, ya que hay que caminar un rato por las calles del pueblo hasta llegar a la entrada del yacimiento.

La visita a la mina de plata dura más o menos una hora y no es apta para claustrofóbicos porque hay pasadizos que son realmente estrechos y algunos muy bajos, en los que el casco es fundamental para mantener la cabeza intacta: el punto más bajo del recorrido solo mide 1,20 metros. En cualquier caso, la visita es muy divertida y a los niños les gustó mucho, sobre todo el momento en el que la guía nos hizo apagar las linternas para comprobar la oscuridad absoluta que hay en el interior cuando se apagan las luces y que es como trabajaban la mayor parte del tiempo los mineros medievales.

Además de las minas de plata, Kutna Horá es una bonita ciudad palaciega muy agradable para pasear. En su centro histórico se levantan numerosas iglesias y edificios religiosos que fueron levantados al calor de su esplendor medieval. Destaca la catedral gótica de Santa Bárbara o el Colegio Jesuíta, que actualmente es un museo desde el que se obtienen buenas panorámicas de la ciudad y los alrededores. No obstante, el lugar más sorprendente es el Osario de Sedlec, una capilla en la que descansan los restos de 40.000 esqueletos humanos.

Kutná Hora.


Kutná Hora.


Kutná Hora.


Catedral de Kutná Hora.


Colegio Jesuíta.


Kutná Hora.


Kutná Hora.


Museo Checo de la Plata.


Entrada a las minas de plata de Kutná Hora.


Mina de plata de Kutná Hora.


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