Altos Tatras
Los Altos Tatras son la parte más alta de la cordillera de los Cárpatos y sirve de frontera natural entre Eslovaquia y Polonia. Aquí hay picos de más de 2.500 metros, varias estaciones de esquí y un espectacular paisaje auténticamente alpino. En los Altos Tatras hay tres pueblos principales que se encuentran a los pies de las montañas: Tatranska Lomnica, Starý Smokovec y Štrbské Pleso. Los tres están conectados por una bella carretera de montaña que serpentea entre bosques de abetos.
Tatranska Lomnica, que además de pueblo es una estación de esquí, es el principal resort turístico de la zona. Aquí hay montones de chalets de montaña y hoteles, también una oficina de turismo que puede proporcionar mapas de la zona y aconsejar a la hora de hacer rutas de senderismo. La actividad más popular en verano es subir en telesilla al Skalnaté Pleso, un lago glaciar situado a 1.750 metros de altitud desde donde parten muchas rutas de senderismo. Para llegar al lago hay que coger un telesilla y un telecabina. Existe la posibilidad de seguir subiendo con un tercer telesilla hasta Lomicky Sedlo o coger el teleférico que sube hasta la cima del Lomnický Stít, la segunda cumbre más alta de los Tatras, con 2.634 metros de altitud.
Hay que decir que los precios de estos telesillas, teleféricos y demás remontes son ridículamente altos porque cuestan lo mismo que un forfait para esquiar todo el día en invierno. Un billete de ida y vuelta al lago Skalnaté Pleso cuesta 31 euros por persona, o 37 euros si subes hasta la estación de Lomicky Sedlo. Si optas por subir al pico Lomnický Stít ya puedes rascarte el bolsillo porque cuesta 89 euros ida y vuelta. Además, este teleférico tiene poca capacidad y se suelen formar colas para subir, incluso se agotan pronto los tickets y es recomendable comprarlos con antelación. Los billetes se pueden adquirir en taquilla o a través de la app de Gopass, que puedes descargarte en el móvil y así te evitas colas.
Nosotros no nos planteamos subir al Lomnický Stít porque no estábamos dispuestos a dejarnos más de 300 euros en un teleférico (2 adultos y 2 niños), así que nos conformamos con subir al lago Skalnaté Pleso y desde allí hicimos una pequeña ruta por la montaña. Habríamos subido hasta Lomicky Sedlo, pero la verdad es que el día no acompañaba porque, aunque a ratos salía el sol, había bastante niebla en las cumbres de los Tatras y la visibilidad arriba no era demasiado buena. De hecho, habría sido una tontería gastarte 300 euros para subir al pico Lomnický Stít en un día de niebla porque no se habría visto nada desde la cumbre.
Otro de los pueblos de la zona es Starý Smokovec, también llamado Vysoké Tatry. Aquí se encuentra la estación inferior de un tren funicular que sube la montaña hasta la estación de Hrebienok. Tiene un techo panorámico de plexiglás y también un precio más razonable que los telesillas de Tatranska Lomnica porque cuesta 14 euros el billete de ida y vuelta. Desde la estación superior también se puede llegar al lago Skalnaté Pleso en un treking de un par de horas.
El tercer pueblo de los Altos Tatras es Štrbské Pleso, otro resort invernal con chalets de montaña y hoteles alrededor del lago glaciar Štrbské Pleso, que da nombre al pueblo. Aquí se puede dar un agradable paseo alrededor del lago y ver los enormes trampolines que se utilizan para las competiciones de saltos de esquí. En Štrbské Pleso también existe la posibilidad de subir en telesilla hasta la estación de Solisko, desde donde parten varias rutas de senderismo. El billete de ida y vuelta cuesta 21 euros.
En cualquiera de estos tres pueblos (Tatranska Lomnica, Starý Smokovec y Štrbské Pleso) hay muchas opciones de alojamiento, aunque suele ser bastante caro. Es una buena opción si buscáis tranquilidad porque están en medio de la montaña y rodeados de bosque, pero tampoco hay demasiado que hacer una vez terminadas las excursiones del día. Nosotros pasamos tres días en los Altos Tatras, pero nos alojamos en el pueblo de Liptovský Mikuláš, que está a 30 minutos en coche de Štrbské Pleso. Elegimos Liptovský Mikuláš como base porque el alojamiento es mucho más económico y el pueblo tiene más servicios como restaurantes o supermercados.
También elegimos Liptovský Mikuláš porque aquí se encuentra el parque acuático Tatralandia, en el que pasamos un día entero y que os recomendamos visitar, sobre todo si vais con niños. La entrada cuesta 33 euros, pero vale la pena porque es uno de los parques acuáticos más grandes de centroeuropa y está en un paraje idílico con las montañas de los Tatras de fondo. En Tatralandia hay muchas piscinas y toboganes de todo tipo, con distintos niveles de dificultad en función de la adrenalina que quieras quemar. Tiene zonas cubiertas y al aire libre. Dentro del parque hay taquillas para dejar la ropa y varios restaurantes.
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