Rafting en la Garganta del Dunajec
El río Dunajec sirve de frontera natural entre Eslovaquia y Polonia en un tramo de unos 27 kilómetros de gran belleza natural, que se conoce como Garganta del Dunajec. Es un desfiladero que el río ha ido escarpando a lo largo de los años en la piedra caliza de los montes Pieniny, otra sierra de los Cárpatos vecina de los Altos Tatras. La Garganta del Dunajec está dentro de un pequeño parque nacional eslovaco y la actividad más popular aquí es descender el río en balsa de madera o en una barca hinchable de rafting.
Nosotros hicimos el descenso haciendo rafting porque es mucho más divertido. Las balsas de madera están bien si solo quieres sentarte y contemplar el paisaje porque es un barquero quien dirige la balsa con una pértiga. En cambio, haciendo rafting eres tú el que tiene que remar y dirigir la barca. Hay que decir que más que un rafting es un descenso por el río porque no tiene ninguna dificultad y solo hay algunos rápidos muy suaves, que son aptos para todas las edades, incluso para los niños. Se puede hacer totalmente por libre, alquilando el equipo de remo y la barca, o también existe la posibilidad de hacerlo con un monitor.
En nuestro caso optamos por hacerlo solos y no tuvimos ningún problema porque, como he dicho, es un rafting muy sencillo. Quizás lo más complicado es el tráfico porque hay bastantes balsas de madera descendiendo el río y hay que estar un poco atento para no chocar con ellas. Como consejo, es recomendable seguir la ruta que hacen las balsas de madera porque los balseros conocen perfectamente el río y saben por donde es mejor pasar en las zonas de rápidos. La mayoría de las balsas de madera parten del lado polaco del río.
En verano es importante reservar el rafting con antelación porque hay bastante demanda. Nosotros lo reservamos con la empresa Rafing Slovakia mandándoles un correo electrónico y sin tener que pagar nada por adelantado. Al llegar, lo tenían todo preparado para iniciar nuestra actividad. Esta empresa está en el pueblo de Červený Kláštor, donde se encuentran la mayoría de agencias que organizan actividades por el río. Červený Kláštor significa literalmente 'monasterio rojo' y es que en el municipio hay un monasterio que data de la época medieval con ese nombre.
Se pueden elegir diferentes distancias para hacer el rafting. Nosotros optamos por la más corta, que son unos 10 kilómetros y lo hicimos en hora y media más o menos. Para regresar al punto de inicio, donde aparcamos el coche, se pueden alquilar bicicletas por 5 euros y volver por un agradable carril bici que discurre junto al río. Si no quieres pedalear, se puede volver en autobús o en taxi. Para llegar al lugar donde alquilan las bicicletas y donde para el autobús, hay que caminar un kilómetro. Otra opción es coger un coche de caballos, que recorren esa distancia para llevar a los turistas que acaban el rafting. En cualquier caso, es importante que llevéis efectivo porque las bicicletas solo se pueden pagar en metálico. No obstante, donde la parada del autobús, hay un par de restaurantes y uno de ellos tiene un cajero automático.
Desde los Altos Tatras hasta la Garganta del Dunajec se tarda más o menos una hora en coche, dependiendo de la zona de los Tatras donde estés alojado. Después de terminar el rafting, continuamos la ruta en coche hasta Zakopane, en Polonia, que está a una hora y cuarto.
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