Cómo visitar los monasterios de Meteora
Tras la visita a Delfos continuamos viaje hasta Kalambaka, la ciudad que se encuentra a los pies de los famosos monasterios ortodoxos de Meteora y donde nos alojamos para visitarlos al día siguiente. De Delfos a Kalambaka se tardan otras dos horas y la mayor parte del trayecto es por una carretera con muchas curvas porque hay que ascender y descender un par de puertos de montaña antes de coger la autopista.
Kalambaka es una pequeña ciudad de 20.000 habitantes que vive principalmente del turismo porque aquí se alojan la mayoría de viajeros que visitan Meteora. Es una ciudad tranquila y sin demasiados lugares de interés, más allá de la calle principal en la que se concentran los bares y restaurantes. Eso sí, desde muchos puntos de la ciudad se ven las espectaculares montañas de roca donde se alzan los monasterios de Meteora y eso siempre crea una atmósfera especial.
Algunos viajeros se alojan en el pueblo de Kastraki que está tocando a Kalambaka en dirección a los monasterios, pero el pueblo es más o menos igual que Kalambaka, pero con menos opciones para cenar o tomar algo, por lo que seguramente es mejor alojarse en la ciudad.
Los monasterios de Meteora se pueden visitar en transporte público, en excursiones con agencias o incluso se pueden visitar caminando haciendo un poco de senderismo, pero la mejor forma para recorrerlos es en coche particular, sobre todo si vais con niños que no están dispuestos a pegarse una buena caminata, además de subir y bajar los cientos de escalones que hay que superar para llegar a los santuarios.
En coche es fácil visitarlos todos en un día o, al menos, los que estén abiertos porque cada monasterio cierra un día de la semana distinto, así que es importante informarse antes de salir sobre cuáles están abiertos al público. En Meteora hay seis monasterios principales, todos ellos Patrimonio Mundial de la Unesco:
-San Nicolás: Es el primero que visitamos porque es el primero que te encuentras si empiezas el recorrido desde Kalambaka en dirección a Kastraki. Es un monasterio habitado por monjes muy pintoresco porque se alza sobre una estrecha montaña de roca de 80 metros de altura y hay que subir más de 150 escalones para llegar. En una capilla luce frescos de la época bizantina y tiene una terraza con espectaculares vistas. El código de vestimenta es estricto y en la entrada ofrecen camisones y pantalones para cubrirte los hombros y las piernas si vas en pantalón corto.
-Roussanou: Es el segundo monasterio que nos encontramos en el recorrido y uno de los dos femeninos que hay en Meteora. Para entrar hay que cruzar un pintoresco puente de madera sobre la roca y en su interior también alberga bonitos frescos de la Resurrección y la Transfiguración. Las monjas no son tan estrictas con la vestimenta y nos dejaron entrar en pantalón corto y tirantes.
-Santísima Trinidad (Agias Triados): Su acceso es de los más espectaculares porque hay que subir por una estrecha escalera construida sobre la misma roca que sostiene el monasterios. Las vistas también son de las más imponentes ya que desde aquí se observa toda la ciudad de Kalambaka a sus pies. Este monasterios fue escenario de la película de James Bond, Solo para sus ojos.
-San Esteban: Se encuentra cerca del anterior y su acceso es el más fácil porque no hay que subir escaleras desde la zona aparcamiento. Es un monasterio grande, con un museo, pero quizás menos pintoresco que los anteriores.
-Varlaam: Es otro monasterio con un acceso intrincado a través de una estrecha escalera tallada sobre la misma roca en algunos ramos. Suele haber cola para entrar porque los monjes son muy estrictos con la vestimenta y en la entrada obligan a las mujeres en tirantes o minifalda a comprar un pañuelo para cubrirse, así que se el acceso es más lento que en el resto. El monasterios es grande y cuenta con numerosas estancias, terrazas con vistas panorámicas y un pequeño museo.
-Gran Meteora: Es el más grande de todos los monasterios y el único que no pudimos visitar porque cerraba el día de nuestra visita, así que nos tuvimos que conformar con verlo desde el exterior. Está muy cerca del Varlaam, sobre la roca más alta de Meteora, a más de 600 metros de altitud.
Para visitar los monasterios solo hay que seguir la carretera desde Kalambaka en una especie de ruta circular que da la vuelta a las montañas de Meteora y que va pasando por todos ellos, también por algunos miradores desde los que se obtienen fabulosas vistas panorámicas. No tuvimos problemas para aparcar en ningún monasterio, aunque los parkings no son demasiado grandes y a veces tuvimos que dejar el coche en el arcén de la carretera. Para entrar en los monasterios hay que pagar entrada en cada uno (3 o 4 euros) y hay que tener en cuenta que cierran muy pronto por la tarde, especialmente en invierno, así que hay que aprovechar bien la mañana para visitarlos. En la web infotouristmeteora vienen los horarios y días de cierre de todos los monasterios.
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