Cómo visitar el Canal de Corinto

En nuestro último día en Grecia regresamos a Atenas, pero como el avión de vuelta a España no salía hasta las 20.00 horas, aprovechamos el día para hacer un par de visitas turísticas. La primera fue al Canal de Corinto, que nos pillaba de camino hacia la capital griega.

Esta es una visita exprés porque tampoco hay demasiado que ver, más allá de contemplar esta obra faraónica desde un puente. Para llegar a este puente de observación hay que abandonar la autopista en la salida de Loutraki si llegas desde el Peloponeso y recorrer un corto tramo por carretera hasta llegar al puente. Hay que decir que este puente de observación no es peatonal y también pasan coches por la carretera, así que hay que andar con ojo si vais con niños.

Las vistas desde el puente son magníficas porque se puede ver el Canal de Corinto en toda su longitud, desde el mar Egeo hasta el Golfo de Corinto. Se trata de una obra de ingeniería inmensa llevada a cabo en el siglo XIX para abrir una nueva vía marítima que evitara a los barcos rodear la península del Peloponeso.

Tiene 6 kilómetros de largo y 21 metros de ancho, pero lo más espectacular es quizás su altura, que en algunos puntos alcanza los 90 metros. El canal fue excavado prácticamente a pico y pala y está flanqueado a ambos lados por enormes paredes de roca blanca.

En la actualidad, el Canal de Corinto se ha quedado pequeño para los buques de mercancías y solo se utiliza para el turismo. De hecho, sus principales clientes son los yates de los ricachones. Si estáis un rato observando, seguro que veréis pasar alguno en verano. Otra cosa curiosa que podéis ver en el puente es cómo algunos turistas hacen puenting, ya que hay una agencia que ofrece esos servicios.

Junto al puente de observación hay una oficina de turismo del Peloponeso, ya que este canal se considera la frontera entre esta península y el norte de Grecia.

La visita al Canal de Corinto es rápida y en media horita tenéis suficiente para contemplarlo, salvo que os animéis a hacer puenting, claro.