Qué ver en la isla de Hvar

Para ir de la isla de Korcula a la isla de Hvar hay catamaranes directos que solo tardan una hora, pero no transportan vehículos, así que si vas en coche tienes que dar un rodeo importante. Primero hay que coger un ferry de Korcula a Orebic (15 minutos) y después conducir una media hora hasta Trpanj, donde se coge otro ferry hasta la localidad de Ploce (1 hora). Con este segundo ferry te evitas tener que rodear toda la península de Peljesac, ahorras una hora y media de viaje por carretera más o menos.

Una vez en Ploce hay que conducir otra media hora hasta Drvenik, desde donde parten los ferries a la isla de Hvar (35 minutos). Este ferry te deja en la localidad de Sucuraj, en el extremo oriental de la isla de Hvar. Para llegar al pueblo de Hvar o a Stari Grad, que son los dos núcleos más interesantes para alojarse, hay que cruzar prácticamente toda la isla hasta la otra punto, unos 60 kilómetros por una carretera llena de curvas, lo que supone una hora larga de viaje.

Nosotros nos alojamos en el pueblo de Stari Grad y desde Korcula tardamos unas 5 horas en llegar, contando los ferries y el tiempo de espera para cogerlos.

La isla de Hvar es seguramente la más famosa de Croacia y la verdad es que hace honor a su fama porque es una isla preciosa en la que te apetece quedarte para pasar unas largas vacaciones. Tienes playas preciosas escondidas entre montañas, un agradable paisaje mediterráneo y pueblos medievales con mucha historia. Además, tiene mucho ambiente, con montones de restaurantes y bares para tomar algo, no en vano está considerada como la Ibiza de Croacia. Los precios también son más elevados que en el resto del país, más o menos como en Dubrovnik.

Como he comentado, nosotros nos alojamos en el pueblo de Stari Grad, que es más tranquilo que la capital Hvar Town, en un apartamento que alquilamos a través de Airbnb. Si vais con niños este pueblo es un buen lugar para establecerse como base, porque es tranquilo, todo el centro es peatonal y también tiene muchos restaurantes, heladerías y todo tipo de servicios. Además, el pueblo es muy bonito.

Se trata de una de las localidades más antiguas de Croacia porque Stari Grad la fundaron los griegos en el siglo IV a. C. En la actualidad, conserva un pintoresco centro histórico con edificios de piedra y estrechas callejuelas, ideal para pasear con los peques. El pueblo se extiende a lo largo de una estrecha bahía que forma un puerto natural para los barcos. Aunque muchas de las embarcaciones atracadas son de recreo, todavía quedan algunos barcos de pescadores que traen sus capturas hasta el mismo centro histórico.

Stari Grad es pequeño y es un buen lugar para relajarse tomando una cerveza o un helado después de pasar el día en las playas o de excursión. Paseando por la bahía se pueden ver bonitas puestas de sol.

Stari Grad.


Calle junto al muelle en Stari Grad.


Barcas en el centro de Stari Grad.


Callejuelas de Stari Grad.


Stari Grad.


Plaza en Stari Grad.


Stari Grad.


Las playas de Hvar son todas preciosas, la mayoría pequeñas calas de piedra rodeadas de pinos, con un agua cristalina. Lo peor es que suelen estar bastante concurridas a partir de media mañana, especialmente las más cercanas a Hvar Town.

Nosotros pasamos un día en la playa de Dubovica, que es una de las más populares. Se encuentra a medio camino entre Stari Grad y Hvar Town y hay que ir pronto por la mañana, sobre todo para poder aparcar el coche porque apenas hay zona de aparcamiento. La playa se encuentra a pie de carretera y los coches se aparcan donde uno puede. Por las tardes apenas suele quedar sitio cerca.

Una vez aparcado el coche hay que descender una pequeña colina hasta llegar a la playa de Dubovica, que es preciosa. Os recomendamos llevar una neverita con bebidas y pícnic, aunque también hay un par de restaurantes.

Carretera en la isla de Hvar.


Precioso paisaje mediterráneo en la isla de Hvar.


Isla de Hvar.


Ahí abajo está la playa de Dubovica.


El coche se deja junto a la carretera y hay que descender por un sendero para llegar a Dubovica beach.


Precioso color azul del mar en Dubovica beach.


La playa de Dubovica.


Playa de Dubovica.


Playa de Dubovica.


Al mediodía la playa de Dubovica ya suele estar muy llena.


La ciudad de Hvar, o Hvar Town, es la capital de la isla y es también una localidad muy bonita. Conserva un centro histórico imponente, con palacios e iglesias de piedra, además de un agradable paseo marítimo que rodea toda la bahía. La ciudad está dominada por la Fortaleza Española, un castillo del siglo XVI que fue construido por un arquitecto español, de ahí el nombre. A esta fortaleza se puede subir a pie o en coche y desde aquí se obtienen buenas panorámicas de la ciudad y las cercanas islas Pakleni.

Caminando por el paseo marítimo se puede llegar en 10-15 minutos a algunas playitas cercanas para darte un baño, siempre que quepas porque están muy masificadas. Lo bueno es que todo el camino transcurre junto al mar y en cualquier punto te puedes bañar entre rocas. Es importante recordar que en Hvar Town está prohibido caminar en bañador sin camiseta, entre otras rígidas normas, como no beber en la calle ni hacer pícnics. Hay varios carteles que lo advierten, con amenazas de multas por incumplir esas normas. No obstante, se aplican más en el centro histórico porque en el paseo marítimo que va hacia las playas todo el mundo va como le da la gana.

Hvar Town es también el lugar desde donde salen la mayoría de excursiones por el mar. En el paseo marítimo hay montones de guías ofertando sus tours y los hay de todo tipo, de medio día, de día completo, con comida, sin comida, etc. Se pueden visitar muchas islas distintas y también calas de Hvar inaccesibles por tierra. Incluso puedes alquilar tu propia barca sin capitán para que la lleves tú mismo sin necesidad de ningún carnet ni permiso ni título de patrón de barco. Se supone que no es legal, pero mucha gente lo hace.

Ciudad de Hvar.


Hvar.


Bañito en la ciudad de Hvar.


La Fortaleza Española domina la ciudad de Hvar desde lo alto.


Vistas de Hvar y las islas Pakleni desde la Fortaleza Española.


Plaza de San Esteban, en Hvar Town.


Los yates se amontonan en el paseo marítimo de Hvar.


Escudo del Hadjuk de Split, en un muelle de Hvar.


Monasterio franciscano de Hvar.


Hvar Town.


La ciudad vieja de Hvar esconde rincones mágicos.


Terracita en la ciudad vieja de Hvar.


Una de las excursiones más típicas es visitar las islas Pakleni, que se encuentran a pocas millas de distancia frente a la ciudad de Hvar. Es un archipiélago formado por una decena de islas e islotes, algunas más virgenes que otras, con playas magníficas. Se puede ir en taxi boat, en excursiones organizadas o pilotando tu propio barco.

Nosotros fuimos con un taxi boat muy popular que hace una ruta triangular enlazando Hvar con dos de las islas Pakleni, la isla de Jerolim y la isla Carpe Diem. Por 8 euros más o menos puedes hacer esta ruta triangular. Primero visitas la isla Jerolim y cuando te canses de ella coges otro taxi boat hasta Carpe Diem y desde allí regresas a Hvar. Los taxi boats enlazando los tres puntos van pasando más o menos cada media hora y puedes montar cuando quieras.

La isla de Jerolim es, sin duda, la mejor de las dos para pasar un día de relax en la playa. Es una isla nudista, aunque ahora la mayoría de los turistas vamos con bañador. Aquí hay un par de calitas de roca preciosas, con un agua transparente que invita a bañarte. La isla cuenta con un pequeño restaurante en el que sirven comidas sencillas y bebidas Eso sí, no se puede pagar con tarjeta, solo aceptan efectivo.

La isla de Carpe Diem se llama así por el famoso beach club que le da nombre. Los taxi boat paran justo delante de este beach club, que realmente es la razón de ser de la isla. Tiene camas balinesas y mesas con buenas vistas del mar. Te puedes tomar algo aquí y disfrutar de su playa privada. Fuera del club, hay una pequeña playita en la que suele haber bastante gente. La isla Carpe Diem es, sin duda, más popular por las noches, cunado se llena de gente y hay fiesta hasta el amanecer. Son muchos los que llegan en barco durante la noche solo para ir de fiesta.

En barco rumbo a las islas Pakleni.


Llegando a la isla Jerolim.


Camino en la isla Jerolim.


Jerolim es una isla nudista.


Playa en la isla Jerolim.


Playa de roca en Jerolim.


Isla Jerolim.


Isla Jerolim, frente a la costa de Hvar.


Isla Jerolim.


Llegando a la isla Carpe Diem.


Columpio en el mar en la isla Carpe Diem.


Cola para hacerse una foto en el columpio.


Isla Carpe Diem.


El beach club Carpe Diem.


Playa en la isla Carpe Diem.


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