Garachico, las piscinas naturales de Tenerife
Garachico es uno de los pueblos más bonitos de Tenerife, situado en la fértil y exuberante costa norte de la isla. Es una típica villa marinera canaria, que conserva majestuosos edificios históricos de arquitectura colonial y que se encuentra rodeada de un frondoso paisaje verde.
Fue el principal puerto de Tenerife hasta que la erupción del volcán Trevejo, también conocido como Arenas Negras, lo destruyó por completo en 1706. A partir de entonces comenzó a perder importancia como centro económico de la isla, pero mantiene la solera de antaño.
Paseando por sus viejas calles adoquinadas se pueden contemplar preciosas fachadas como las del convento de Santo Francisco, la iglesia de Santa Ana con su blanco campanario, o la Casa de Piedra, que fue palacio de los condes de la Gomera.
Tantos edificios notables dan fe del pasado esplendoroso de la localidad en los primeros años posteriores a la conquista de la isla de Tenerife, la última del archipiélago canario que se incorporó a la corona de Castilla bajo el reinado de los Reyes Católicos.
El castillo de San Miguel, construido bajo el reinado de Felipe III, es otro lugar destacado, una sobria fortaleza de oscura piedra volcánica levantada junto al océano Atlántico. También se puede ver una estatua dedicada a Simón Bolívar, pues hay quien dice que tiene antepasados procedentes de Garachico.
Lo mejor es disfrutar de la tranquilidad de sus calles y parques, muy agradables también para los niños. En el centro histórico, cuyo corazón es la plaza de la Libertad, hay muchas terrazas para tomar algo y buenos restaurantes para comer.
Y, por supuesto, si vas a visitar Garachico no puedes olvidare el bañador porque cuenta con las piscinas naturales más bonitas de Tenerife. Se conocen popularmente como las piscinas de El Calentón, y fueron creadas por el mismo volcán Trevejo que destrozó el antiguo puerto, y es que no hay mal que por bien no venga.
La lava expulsada por el volcán llegó hasta el océano y formó estas espectaculares piscinas naturales en las que puedes darte un chapuzón rodeado de fabulosas paredes de roca negra. Si hay mucho oleaje hay que ir con cuidado, sobre todo en las zonas más cercanas al mar abierto, pero normalmente se puede disfrutar de estas piscinas con tranquilidad, incluso los más pequeños pueden bañarse.
No hay comentarios