Excursión a Lacuniacha, el parque faunístico de los Pirineos
Situado en pleno Pirineo Aragonés, el parque de Lacuniacha es un lugar perfecto para visitar con niños y para descubrir junto a ellos la fauna autóctona de los Pirineos.
El parque se asienta sobre la falda de una montaña, en un paraje natural muy bonito, y los animales están en semilibertad en medio del bosque. Por supuesto hay vallas protectoras que impiden que los animales entren en contacto con las personas, sobre todo los más peligrosos.
El recorrido circular sigue un sendero marcado que se puede completar en un par de horas, aunque yendo con niños es fácil dedicarle medio día o, incluso, el día completo. Una buena idea es comer dentro del parque para hacer la visita más amena y para disfrutar de una comida en medio de la naturaleza.
Más o menos a mitad del recorrido hay una pequeña área de pícnic con un bar que sirve bebidas y bocadillos, aunque también se puede entrar en el parque con comida propia.
Todo el recorrido es a través de senderos de tierra y algunos tramos son en cuesta por lo que no es apto para ir con carro. Si los niños son muy pequeños o todavía bebés, lo más recomendable es llevarlos en una mochila.
En Lacuniacha se pueden ver todo tipo de animales propios de los Pirineos, como ciervos, corzos, sarrios, cabras montesas, jabalís, zorros, linces e, incluso, lobos y osos, seguramente las estrellas del parque.
También es posible ver animales de otras latitudes, pero que se han aclimatado a la perfección al clima pirenaico, como por ejemplo renos, muflones o bisontes europeos.
La mayoría de los animales se pueden ver desde muy cerca, muchos están al alcance de la mano, algo que los niños, especialmente los más pequeños, disfrutarán un montón.
El parque de Lacuniacha se encuentra en el Valle de Tena, muy cerca del pueblo de Piedrafita de Jaca. La entrada de adulto cuesta 16 euros, las infantiles son algo más baratas y los menores de 4 años no pagan. En verano suele abrir de 10.00 h a 20.00 horas, aunque en su web vienen detallados todos los horarios y tarifas.
El parque se asienta sobre la falda de una montaña, en un paraje natural muy bonito, y los animales están en semilibertad en medio del bosque. Por supuesto hay vallas protectoras que impiden que los animales entren en contacto con las personas, sobre todo los más peligrosos.
El recorrido circular sigue un sendero marcado que se puede completar en un par de horas, aunque yendo con niños es fácil dedicarle medio día o, incluso, el día completo. Una buena idea es comer dentro del parque para hacer la visita más amena y para disfrutar de una comida en medio de la naturaleza.
Más o menos a mitad del recorrido hay una pequeña área de pícnic con un bar que sirve bebidas y bocadillos, aunque también se puede entrar en el parque con comida propia.
Todo el recorrido es a través de senderos de tierra y algunos tramos son en cuesta por lo que no es apto para ir con carro. Si los niños son muy pequeños o todavía bebés, lo más recomendable es llevarlos en una mochila.
En Lacuniacha se pueden ver todo tipo de animales propios de los Pirineos, como ciervos, corzos, sarrios, cabras montesas, jabalís, zorros, linces e, incluso, lobos y osos, seguramente las estrellas del parque.
También es posible ver animales de otras latitudes, pero que se han aclimatado a la perfección al clima pirenaico, como por ejemplo renos, muflones o bisontes europeos.
La mayoría de los animales se pueden ver desde muy cerca, muchos están al alcance de la mano, algo que los niños, especialmente los más pequeños, disfrutarán un montón.
El parque de Lacuniacha se encuentra en el Valle de Tena, muy cerca del pueblo de Piedrafita de Jaca. La entrada de adulto cuesta 16 euros, las infantiles son algo más baratas y los menores de 4 años no pagan. En verano suele abrir de 10.00 h a 20.00 horas, aunque en su web vienen detallados todos los horarios y tarifas.
Ciervos en un comedero en el bosque.
¿Dónde está escondido el ciervo?
Paisaje pirenaico en Lacuniacha.
Cabras trepando por el árbol.
Vistas desde Lacuniacha.
Un oso pardo.
Un bisonte pastando.
Caballos de la raza Przewalskii.
Valle de Tena, en el Pirineo Aragonés.
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