Skopje (Macedonia)
Skopje es una agradable ciudad situada a orillas del río Vardar, a los pies de los Balcanes, que en la última década ha sufrido un profundo lavado de cara. El gobierno macedonio no ha escatimado recursos para transformar su antaño gris capital, producto de años de arquitectura socialista, guerras y de algún que otro terremoto, en una ciudad capaz de atraer al turismo internacional.
Para lograrlo, decidió poner en marcha un ambicioso plan urbanístico, que ha inundado el centro de la ciudad de majestuosas esculturas y de pomposos edificios barrocos y neoclásicos. El resultado, una extraña fusión de la Roma imperial y de Las Vegas, gustará o no, pero seguro que no deja indiferente a nadie.
El mejor exponente de la nueva Skopje es la plaza Makedonija, presidida por una inmensa estatua de bronce de Alejandro Magno a caballo. La inauguración de esa escultura en 2011 provocó las protestas ante la Unesco de Grecia, que reclama la paternidad del mítico general macedonio. Lo cierto es que los griegos tienen razón porque Alejandro Magno era originario de la región griega de Macedonia, donde se encontraba la antigua capital del imperio macedonio, Pella.
Así debió de entenderlo también el organismo internacional porque en la actualidad la gran estatua de Alejandro Magno de Skopje ha cambiado su nombre oficial por un neutro Guerrero a Caballo. No obstante, la similitud de ese guerrero con el héroe macedonio de la antigüedad resulta más que evidente.
Pero la escultura de la plaza Makedonija no es la única reminiscencia a Alejandro Magno que encontramos en Skopje. Más allá de que el aeropuerto de la ciudad también lleva su nombre, en el centro de la capital macedonia podemos encontrar múltiples referencias a su pasado.
Al otro lado del puente de piedra Kameni Most, una de las estructuras más antiguas de Skopje (siglo XV), se erige otra gigantesca escultura de bronce que representa a Filipo II de Macedonia, padre de Alejandro Magno, que mira fijamente a su hijo desde el otro lado del río Vardar.
Cerca de la estatua de Filipo II hay otra más pequeña de Olimpia, la madre de Alejandro, en diferentes estados que hacen referencia al alumbramiento del gran general, desde el momento de su embarazo hasta cuando estaba amamantándolo. Y a escasos pasos de Olimpia se puede ver una fuente que representa a Bucéfalo, el caballo de Alejandro Magno.
Para lograrlo, decidió poner en marcha un ambicioso plan urbanístico, que ha inundado el centro de la ciudad de majestuosas esculturas y de pomposos edificios barrocos y neoclásicos. El resultado, una extraña fusión de la Roma imperial y de Las Vegas, gustará o no, pero seguro que no deja indiferente a nadie.
El mejor exponente de la nueva Skopje es la plaza Makedonija, presidida por una inmensa estatua de bronce de Alejandro Magno a caballo. La inauguración de esa escultura en 2011 provocó las protestas ante la Unesco de Grecia, que reclama la paternidad del mítico general macedonio. Lo cierto es que los griegos tienen razón porque Alejandro Magno era originario de la región griega de Macedonia, donde se encontraba la antigua capital del imperio macedonio, Pella.
Así debió de entenderlo también el organismo internacional porque en la actualidad la gran estatua de Alejandro Magno de Skopje ha cambiado su nombre oficial por un neutro Guerrero a Caballo. No obstante, la similitud de ese guerrero con el héroe macedonio de la antigüedad resulta más que evidente.
Pero la escultura de la plaza Makedonija no es la única reminiscencia a Alejandro Magno que encontramos en Skopje. Más allá de que el aeropuerto de la ciudad también lleva su nombre, en el centro de la capital macedonia podemos encontrar múltiples referencias a su pasado.
Al otro lado del puente de piedra Kameni Most, una de las estructuras más antiguas de Skopje (siglo XV), se erige otra gigantesca escultura de bronce que representa a Filipo II de Macedonia, padre de Alejandro Magno, que mira fijamente a su hijo desde el otro lado del río Vardar.
Cerca de la estatua de Filipo II hay otra más pequeña de Olimpia, la madre de Alejandro, en diferentes estados que hacen referencia al alumbramiento del gran general, desde el momento de su embarazo hasta cuando estaba amamantándolo. Y a escasos pasos de Olimpia se puede ver una fuente que representa a Bucéfalo, el caballo de Alejandro Magno.
Puente Kameni Most, sobre el río Vardar.
Aparte de ese intento por recuperar la figura de Alejandro, la peculiar fiebre urbanística que ha transformado Skopje se hace patente en las riberas del río Vardar, donde se han levantado monumentales edificios neoclásicos, como el museo Arqueológico, y puentes barrocos flanqueados por guerreros macedonios u otros personajes de la historia del país.
Además, en el río Vardar se han construido enormes barcos que parecen sacados de la película 'Piratas del Caribe' (demasiado grandes para las dimensiones del río), que albergan restaurantes y bares de copas. Estos barcos se suman a la amplia oferta de bares y restaurantes con terraza que se extienden por la ribera derecha del río.
Aparte de ese intento por recuperar la figura de Alejandro, la peculiar fiebre urbanística que ha transformado Skopje se hace patente en las riberas del río Vardar, donde se han levantado monumentales edificios neoclásicos, como el museo Arqueológico, y puentes barrocos flanqueados por guerreros macedonios u otros personajes de la historia del país.
Además, en el río Vardar se han construido enormes barcos que parecen sacados de la película 'Piratas del Caribe' (demasiado grandes para las dimensiones del río), que albergan restaurantes y bares de copas. Estos barcos se suman a la amplia oferta de bares y restaurantes con terraza que se extienden por la ribera derecha del río.
La neoclásica ribera del río Vardar.
En la plaza Makedonija nace la calle Makedonija, la principal arteria comercial de la ciudad, en la que se pueden ver originales estatuas, como la de un mendigo o la de una mujer hablando por el móvil. En esta calle también se encuentra la casa memorial de la Madre Teresa de Calcuta, natural de Skopje, y otra figura histórica que el gobierno macedonio intenta potenciar al máximo.
Esta casa memorial, que alberga un pequeño museo dedicado a la monja, es de reciente construcción porque el auténtico hogar donde residió Santa Teresa de Calcuta no ha llegado hasta nuestros días y solo se pueden apreciar las marcas de su emplazamiento original en el suelo, junto a la plaza Makedonija.
En la plaza Makedonija nace la calle Makedonija, la principal arteria comercial de la ciudad, en la que se pueden ver originales estatuas, como la de un mendigo o la de una mujer hablando por el móvil. En esta calle también se encuentra la casa memorial de la Madre Teresa de Calcuta, natural de Skopje, y otra figura histórica que el gobierno macedonio intenta potenciar al máximo.
Esta casa memorial, que alberga un pequeño museo dedicado a la monja, es de reciente construcción porque el auténtico hogar donde residió Santa Teresa de Calcuta no ha llegado hasta nuestros días y solo se pueden apreciar las marcas de su emplazamiento original en el suelo, junto a la plaza Makedonija.
Escultura en honor a los partisanos, recuerdo de la antigua Yugoslavia.
Pero seguramente el lugar más interesante de Skopje sea el barrio turco, que se extiende al otro lado del río Vardar. Al cruzar el puente Kameni Most, la capital macedonia se transforma por completo en una ciudad otomana con mezquitas, puestos de kebabs, pequeños comercios y cafés con terrazas.
Las pintorescas callejuelas de este barrio turco, un gran bazar al aire libre con viejas joyerías y tiendas de alfombras, son un lugar muy agradable para pasear y un buen sitio para comer en una de las múltiples parrillas donde asan kebabs a la vista de los comensales.
Al final del barrio turco se encuentra el animado Bit Pazar, el principal mercado de Skopje, donde las carnicerías, fruterías y verdulerías se amontonan bajo una gran cubierta y en los alrededores se venden todo tipo de baratijas.
También a este lado del río se levanta en lo alto de una colina la fortaleza de Skopje, conocida como fortaleza Kale. Lamentablemente solo quedan en pie las murallas, en su mayor parte reconstruidas, de este antiguo bastión defensivo que data de la época bizantina. No obstante, las vistas de Skopje y del río Vardar son magníficas.
Pero seguramente el lugar más interesante de Skopje sea el barrio turco, que se extiende al otro lado del río Vardar. Al cruzar el puente Kameni Most, la capital macedonia se transforma por completo en una ciudad otomana con mezquitas, puestos de kebabs, pequeños comercios y cafés con terrazas.
Las pintorescas callejuelas de este barrio turco, un gran bazar al aire libre con viejas joyerías y tiendas de alfombras, son un lugar muy agradable para pasear y un buen sitio para comer en una de las múltiples parrillas donde asan kebabs a la vista de los comensales.
Al final del barrio turco se encuentra el animado Bit Pazar, el principal mercado de Skopje, donde las carnicerías, fruterías y verdulerías se amontonan bajo una gran cubierta y en los alrededores se venden todo tipo de baratijas.
También a este lado del río se levanta en lo alto de una colina la fortaleza de Skopje, conocida como fortaleza Kale. Lamentablemente solo quedan en pie las murallas, en su mayor parte reconstruidas, de este antiguo bastión defensivo que data de la época bizantina. No obstante, las vistas de Skopje y del río Vardar son magníficas.
Pequeños comercios y puestos de kebabs inundan las calles del barrio turco.
La mezquita Mustafa Pasha, del siglo XV.
Panorámica de Skopje desde la fortaleza Kale.
Otro lugar con buenas vistas es la Cruz del Milenio, que se erige en lo alto del monte Vodno, a 1.000 metros de altitud. Esta cruz se construyó para conmemorar el cambio de milenio y con sus 66 metros de altura es una de las más grandes del mundo. Según dicen, es la más grande con iluminación nocturna.
Las vistas de Skopje son relativas porque está demasiado elevada y apenas se divisa la ciudad, pero sí hay buenas panorámicas de los montes de los alrededores. Además, el trayecto en teleférico hasta la cumbre es divertido. Para llegar hasta la base del teleférico se puede coger un autobús con destino a la 'Millenium Cross', en la estación de autobuses.
Otro lugar con buenas vistas es la Cruz del Milenio, que se erige en lo alto del monte Vodno, a 1.000 metros de altitud. Esta cruz se construyó para conmemorar el cambio de milenio y con sus 66 metros de altura es una de las más grandes del mundo. Según dicen, es la más grande con iluminación nocturna.
Las vistas de Skopje son relativas porque está demasiado elevada y apenas se divisa la ciudad, pero sí hay buenas panorámicas de los montes de los alrededores. Además, el trayecto en teleférico hasta la cumbre es divertido. Para llegar hasta la base del teleférico se puede coger un autobús con destino a la 'Millenium Cross', en la estación de autobuses.
La gigantesca Cruz del Milenio.
Autobús hacia la Cruz del Milenio. Los autobuses de Skopje son iguales que los de Londres.
En Skopje nos alojamos en el Hotel Adriatic Inn, que en realidad es la casa privada de un señor que alquila habitaciones. El dueño es muy agradable y se desvive por facilitarte cualquier tipo de información. Las habitaciones, con baño privado y wifi, están bien y son muy económicas, 31 euros la noche a través de la web de booking. Cerca del hotel hay cafeterías y una pastelería para desayunar. También hay muy cerca una zona de restaurantes para cenar. El hotel está a 15-20 minutos del centro caminando por la gran avenida Partizanski Odredi.
En Skopje nos alojamos en el Hotel Adriatic Inn, que en realidad es la casa privada de un señor que alquila habitaciones. El dueño es muy agradable y se desvive por facilitarte cualquier tipo de información. Las habitaciones, con baño privado y wifi, están bien y son muy económicas, 31 euros la noche a través de la web de booking. Cerca del hotel hay cafeterías y una pastelería para desayunar. También hay muy cerca una zona de restaurantes para cenar. El hotel está a 15-20 minutos del centro caminando por la gran avenida Partizanski Odredi.
No hay comentarios