Túneles de Cu Chi
Para visitar los túneles de Cu Chi contratamos una excursión con una agencia de Saigón. Hay centenares en las calles del barrio mochilero de Pham Ngu Lao y casi todas ofrecen los mismos servicios. Para ir a Cu Chi, una excursión corta de medio día, tampoco hace falta estrujarse mucho las neuronas porque todas son prácticamente idénticas.
De hecho, acabamos contratando la excursión con una agencia y el guía que nos llevó era el mismo con el que habíamos estado hablando en otra. Entre ellas suelen ponerse de acuerdo para compartir clientes y llenar los autobuses. Nosotros la contratamos con una agencia que está frente al hotel Orient y nos costó 6 dólares más la entrada a los túneles, que cuesta 90.000 dongs (3 euros).
Los túneles de Cu Chi están a solo 50 km de Saigón, pero se tarda unas tres horas en llegar. La primera hora porque el autobús va recogiendo turistas por todas las calles de la ciudad. La segunda hora se desperdicia por culpa del tráfico a la salida de Saigón y la tercera es, por fin, de puro trayecto por carretera. Eso sí, con una paradita por el camino en la clásica tienda de souvenirs.
Para volver a Saigón se repite la historia con tres horitas de viaje para completar 50 km. Al final, la excursión acaba durando unas 7 horas, pero solo una de ellas te la pasas visitando los túneles. Si no hay prisas, las excursiones organizadas son una buena opción porque son muy económicas. Si el tiempo apremia sería recomendable contratar un taxi y hacer la visita por cuenta propia.
Los túneles de Cu Chi fueron una red de galerías excavadas bajo tierra por la guerrilla del Vietcong durante la Guerra de Vietnam. Aquí se escondían de los bombardeos aéreos y planeaban sus ataques contra posiciones americanas en Saigón.
En la década de los años 60 había más de 300 km de túneles bajo tierra y comunicaban Cu Chi con la frontera camboyana. Los americanos sabían que el Vietcong se escondía por esta zona y realizaron bombardeos masivos con Napalm para desfoliar la selva. Toda la vegetación fue destruida, pero el Vietcong resistió bajo tierra. Cuarenta años después la vegetación se ha regenerado, al menos en parte, y los túneles de Cu Chi vuelven a estar rodeados de bosque tropical.
Durante la visita guiada se puede ver cómo eran las trampillas de acceso a los túneles, bien disimuladas bajo un manto de hojas y ramas. Los turistas pueden camuflarse metiéndose en el interior de esas trampillas.
También se muestran recreaciones de las trampas que escondían los vietnamitas por la selva para cazar a los soldados americanos. Los típicos agujeros con pinchos envenenados que aparecen en Rambo II y otras películas de la Guerra de Vietnam.
Al final del recorrido guiado se puede recorrer un túnel bajo tierra, que se ha acondicionado para los turistas. Es una galería de 100 metros bastante estrecha y sin apenas iluminación. Hay que ir agachado durante todo el recorrido, pero cuenta con salidas cada 20 metros para los posibles ataques de claustrofobia.
Después de la visita, te ofrecen la posibilidad de comprar balas para disparar en un campo de tiro, que hay junto a una tienda de souvenirs. Se pueden probar todo tipo de armas, incluidos los famosos fusiles Kalashnikov.
Nuestro guía mostrándonos una trampa del Vietcong.
La trampa oculta estos pinchos que solían impregnar de veneno.
Turista probando una trampilla de los túneles.
El guiri está escondido dentro de la trampilla.
Y aquí el guía puteando al guiri, que no puede salir.
Recreación de un campamento del Vietcong.
Otra curiosa trampa anti-marines.
La vegetación vuelve a cubrir los túneles de Cu Chi.
Entrada a los túneles de Cu Chi.
Interior del túnel.
Campo de tiro de Cu Chi.
un lugar impactante a orillas del mekong
ResponderEliminarun abrazo
Hola Bleid. Sí, un sitio curioso de ver, aunque podrían conservar más tramos de galerías originales. Un abrazo!
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