Montes Troodos

A la mañana siguiente fuimos a la oficina de Europcar de Nicosia para alquilar nuestro segundo coche, con el que recorrimos la zona grecochipriota de la isla. Cogimos un Ford Focus por 116 euros para cuatro días. También tenía cambio automático, como casi todos los coches en Chipre.

Nuestro primer destino fue el macizo de los Montes Troodos, la mayor cadena montañosa de Chipre, cuya cumbre más elevada es el Monte Olimpo (no confundir con el griego), de casi 2.000 metros de altitud (1952 m). Esta montaña cuenta, incluso, con una pequeña estación de esquí en sus laderas, la única del país.

Desde Nicosia apenas hay que recorrer 60 kilómetros para empezar a ascender las primeras rampas de los Montes Troodos, un popular destino de fin de semana para los chipriotas, sobre todo en verano cuando aprieta el calor. Hay multitud de rutas de trekking y de bicicleta de montaña, que invitan a recorrer sus bosques.


Llegando a las Montes Troodos.



Nuestro Ford Focus, en las primeras rampas de los Troodos.



Al fondo se divisa el mar.



Un mirador en los Troodos, a más de 1.000 metros.



Los Montes Troodos también esconden pequeñas iglesias bizantinas y monasterios, algunos con preciosos frescos medievales, que forman parte del patrimonio mundial de la UNESCO. En invierno la mayoría están cerrados y no se pueden visitar por dentro. El Monasterio de Kykkos es el más sagrado para los chipriotas, ya que alberga la tumba del arzobispo Makarios III, padre de la independencia de Chipre.


Iglesia bizantina de Panagia Podythou.



La igleisa de San Nicolás del Tejado alberga impresionantes frescos.



Entrada al monasterio de Kykkos.



La bandera griega ondea en el monasterio de Kykkos.



Los pequeños pueblecitos que salpican el paisaje son otro de los grandes atractivos de los Troodos. Platres, donde nos alojamos, es el principal centro de servicios de la zona, aunque en invierno la mayoría de sus restaurantes y hoteles permanecen cerrados. Llegamos de noche y fue complicado encontrar un hotel económico abierto. Al final nos quedamos en el Hotel Edelweiss, donde la habitación doble con desayuno nos costó 50 euros.


Pueblecito chipriota en los Montes Troodos.



Una carretera serpentea por los Troodos.



Velocidad limitada a 50 km/h.



Otro colorido pueblo colgado de la montaña.



Seguimos recorriendo las carreteras de los Troodos.



La carretera se estrecha al atravesar algún pueblo.



Cae la noche en los Troodos.

2 comentarios:

  1. precioso reportaje
    ya te dije en anteriores post que tiene muy buena pinta esta zona

    un abrazo

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  2. Hola Bleid. Chipre está bien para un viaje de relax. Y en verano quizás mejor porque se pueden aprovechar las playas, aunque todo estará abarrotado de gente. Lo bueno de ir en diciembres es que casi no había nadie. Saludos!!

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