Railay
Aterrizamos en el aeropuerto de Krabi al mediodía y en la misma terminal compramos el billete de autobús a Ao Nang (100 bahts = 2 euros), que tarda media hora. El bus nos dejó en el embarcadero donde cogimos una barca de cola larga hasta Railay (70 bahts = 1,5 euros). El trayecto dura 20 minutos y las barcas te dejan en la playa Oeste de Railay (Hat Railay West).
En esta misma playa hay tres o cuatro hoteles con magníficos bungalows y piscinas junto al mar. Nos quedamos en el Sand Sea Resort aprovechando una oferta en la que pagando tres noches te regalaban la cuarta. El precio del bungalow con baño, aire acondicionado y desayuno incluido es de 2.100 bahts (42 euros). Un poco caro, aunque con la cuarta noche gratis sale mejor y merece la pena darse un capricho en la playa.
Railay es una península rodeada de impresionantes acantilados de piedra, a la que sólo se puede llegar en barco. El agua cristalina, sus magníficas playas y una exuberante vegetación la convierten en un lugar paradisíaco donde uno desearía quedarse un mes, un año o lo que haga falta.
La península tiene cuatro playas, aunque sólo dos son buenas para el baño: Railay West y Phra Nang. La primera es una playa de arena blanca y agua poco profunda, que cuenta con buenos hoteles y restaurantes. Las puestas de sol son impresionantes y los lugareños aprovechan la marea baja para jugar a fútbol y voleibol. Es el mejor lugar para alojarse.
La playa de Phra Nang es todavía mejor para nadar porque es más profunda, aunque el único alojamiento es un hotel de lujo de 1.000 euros la noche. Lo normal es llegar caminando o en kayak y quedarse unas horas. Los lugareños venden comida y bebida en la playa.
La playa Este (Railay East) está llena de manglares y el agua está más sucia porque se utiliza como puerto para transportar mercancías a los hoteles y restaurantes de Railay. No es un buen sitio para bañarse, pero sí para cenar y tomarse unas copas por la noche, porque aquí se concentran la mayoría de bares nocturnos y terrazas con música. En algunos restaurantes asan excelentes pescados a la brasa. En los bares de copas suele haber espectáculos diarios de fuego, thai boxing, etc. Las tres playas se comunican por caminos escondidos entre la frondosa vegetación. Se puede ir caminando de una a otra en cinco minutos.
La cuarta playa, Ton Sai, está cerca de Railay West y es fácil pasar de una a otra con la marea baja. Cuando el nivel del mar sube hay que caminar un buen rato por un sendero entre la selva. Las mareas en la costa de Andamán son considerables y la orilla del mar puede subir o alejarse hasta 200 metros. La arena de Ton Sai está llena de afiladas rocas y es imposible bañarse descalzo, aunque se puede practicar snorkel. Tiene los alojamientos más económicos, pero no merece mucho la pena quedarse aquí.
En Railay, además de tocarte los huevos en la playa, se pueden hacer muchas actividades como escalada en roca, snorkel o kayak. Vale la pena trepar hasta el viewpoint, situado entre la playa Este y la de Prha Nang, para obtener unas magníficas panorámicas de la península. También se pueden reservar excursiones de un día o medio día a las islas cercanas de los alrededores.
En esta misma playa hay tres o cuatro hoteles con magníficos bungalows y piscinas junto al mar. Nos quedamos en el Sand Sea Resort aprovechando una oferta en la que pagando tres noches te regalaban la cuarta. El precio del bungalow con baño, aire acondicionado y desayuno incluido es de 2.100 bahts (42 euros). Un poco caro, aunque con la cuarta noche gratis sale mejor y merece la pena darse un capricho en la playa.
Railay es una península rodeada de impresionantes acantilados de piedra, a la que sólo se puede llegar en barco. El agua cristalina, sus magníficas playas y una exuberante vegetación la convierten en un lugar paradisíaco donde uno desearía quedarse un mes, un año o lo que haga falta.
La península tiene cuatro playas, aunque sólo dos son buenas para el baño: Railay West y Phra Nang. La primera es una playa de arena blanca y agua poco profunda, que cuenta con buenos hoteles y restaurantes. Las puestas de sol son impresionantes y los lugareños aprovechan la marea baja para jugar a fútbol y voleibol. Es el mejor lugar para alojarse.
La playa de Phra Nang es todavía mejor para nadar porque es más profunda, aunque el único alojamiento es un hotel de lujo de 1.000 euros la noche. Lo normal es llegar caminando o en kayak y quedarse unas horas. Los lugareños venden comida y bebida en la playa.
La playa Este (Railay East) está llena de manglares y el agua está más sucia porque se utiliza como puerto para transportar mercancías a los hoteles y restaurantes de Railay. No es un buen sitio para bañarse, pero sí para cenar y tomarse unas copas por la noche, porque aquí se concentran la mayoría de bares nocturnos y terrazas con música. En algunos restaurantes asan excelentes pescados a la brasa. En los bares de copas suele haber espectáculos diarios de fuego, thai boxing, etc. Las tres playas se comunican por caminos escondidos entre la frondosa vegetación. Se puede ir caminando de una a otra en cinco minutos.
La cuarta playa, Ton Sai, está cerca de Railay West y es fácil pasar de una a otra con la marea baja. Cuando el nivel del mar sube hay que caminar un buen rato por un sendero entre la selva. Las mareas en la costa de Andamán son considerables y la orilla del mar puede subir o alejarse hasta 200 metros. La arena de Ton Sai está llena de afiladas rocas y es imposible bañarse descalzo, aunque se puede practicar snorkel. Tiene los alojamientos más económicos, pero no merece mucho la pena quedarse aquí.
En Railay, además de tocarte los huevos en la playa, se pueden hacer muchas actividades como escalada en roca, snorkel o kayak. Vale la pena trepar hasta el viewpoint, situado entre la playa Este y la de Prha Nang, para obtener unas magníficas panorámicas de la península. También se pueden reservar excursiones de un día o medio día a las islas cercanas de los alrededores.
Panorámica de Railay desde el viewpoint.
Otra panorámica de la península de Railay.
Barcas en la orilla de la playa Oeste (Railay West).
Barquero amarrando su barca.
Playa Oeste de Railay.
La misma playa con la marea alta.
Arena blanca en la playa Oeste de Railay.
Una frondosa vegetación envuelve Railay.
Bahía de Phra Nang.
Agua cristalina en la playa de Phra Nang.
Esa enorme roca preside la playa de Phra Nang.
Playa Este de Railay.
Otra vista de la playa Este.
La playa Este no es muy atractiva para el baño.
Playa Este de Railay con la marea baja.
Nuestro bungalow en el hotel Sand Sea Resort.
Piscina del Sand Sea Resort.
La playa Oeste ofrece la mejor puesta de sol en Railay.
Anocheciendo en Railay.
Voleibol al atardecer.
Puestos de pescado fresco en Railay Este.
Combate de thai boxing en un bar nocturno de Railay Este.
El púgil está tocado después de unos asaltos.
Malabares con fuego en Railay Este.
Preciosos acantilados en Railay.
Los acantilados se funden con el mar de color esmeralda.
Hay muchas islas atractivas en los alrededores de Railay.
La Chicken Island se supone que tiene silueta de pollo.
Que recuerdos!! me encantó Railay!Buen ambiente y un sitio fantástico. Felicidades por el blog, lo incluyo en mi lista de Blogs!
ResponderEliminarMuchas gracias Beltran. Quien pudiera quedarse a vivir una temporadita en Railay!!!! Saludos viajeros.
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