Oporto

Oporto, levantada en la desembocadura del Duero (Douro en portugués), es una ciudad que nació para y exclusivamente el comercio marítimo, de ahí su nombre 'Porto', que significa Puerto. El propio nombre de Portugal deriva de Oporto, la capital del norte del país luso.

Su precioso centro histórico, patrimonio de la UNESCO, bordea las aguas del Duero y es un excelente lugar para pasear, comer o tomarse un vino de Oporto en una de sus terracitas. Los precios económicos invitan a sentarse y pegarse una panzada de sardinas o bacalao asado, todo regado por un vinho verde.

En la otra orilla del Duero se encuentra el municipio de Vilanova de Gaia que acoge las bodegas del vino de Oporto. La mayoría se pueden visitar y catar sus caldos por unos pocos euros. Desde esta orilla se obtienen las mejores vistas del casco antiguo de Oporto.

Otro de los iconos de la ciudad son sus puentes. El más famoso es el de Luis I, inaugurado en 1886. Fue edificado por un discípulo de Gustave Eiffel y es el símbolo de Oporto. Consta de dos alturas, por la superior pasa el tranvía y por la inferior el tráfico rodado. Se puede cruzar a pie por las dos.

Más al oeste se levanta el puente de Maria Pia, muy parecido al de Luis I, y que sí fue edificado por Eiffel en 1877 para el paso del ferrocarril. Actualmente está en desuso y no se puede atravesar. La mejor forma de contemplar este puente y los otros cinco que cruzan el Duero es en un crucero por el río. Duran una hora y cuestan 10 euros.

Fuera de la ribera del Duero destaca la Torre de los Clérigos, del siglo XVIII, un bello campanario visible desde casi cualquier punto de la ciudad. También es bonita la catedral y el Palacio de la Bolsa, cuyo interior de estilo arábigo está inspirado en la Alhambra. Lo mejor, no obstante, es admirar sus cientos de pequeñas iglesias de preciosas fachadas con azulejos, como la de Santa Caterina o la del Carmen. Para descubrirlas sólo hay que patear hasta perderse por las preciosas callejuelas del centro, de fachadas desconchadas y ropa tendida en los balcones.

También merece la pena acercarse a la peatonal Rua de Santa Caterina, la principal calle comercial de la ciudad y contemplar el majestuoso edifico del ayuntamiento en la avenida de Aliados.

Nosotros aprovechamos una oferta de Ryanair para pasar un fin de semana en Oporto por 20 euros, ida y vuelta desde Madrid. Una ganga irresistible. El aeropuerto está bien comunicado con el centro por tranvías. El alojamiento también resultó barato en la Pensao Cristal, situada en el centro histórico, donde por 40 euros tienes una habitación doble con baño y desayuno incluido.

Barcas sobre el Duero, con el puente de Luis I al fondo.

La Plaza Da Ribeira, preciosa.

Bonitas fachadas miran al Duero. En los bajos se amontonan los restaurantes.

El Puente de Luis I.

Vista de Oporto desde Vilanova de Gaia.

Otra panorámica de Oporto desde la otra orilla.

Una de las muchas bodegas de Oporto que hay en Gaia.

Atardecer sobre el Duero.

El puente de Maria Pia, de Gustave Eiffel.

El Duero serpentea hacia el Atlántico.

La iglesia del Carmen, en la plaza de la Universidad.

Terracitas cerca de la Pensao Cristal.

La Torre de los Clérigos.

Bonitas fachadas en el casco antiguo.

Más fachadas, con el Dos Caballos aparcado en la puerta.

Ropa tendida en las calles.

Tendiendo en un balcón.

La enorme avenida Aliados, al fondo el Ayuntamiento.

La Torre de los Clérigos al fondo.

Iglesia de Santa Caterina.

Otra bonita iglesia, en la plaza de Batalha.

La ribera del Duero, iluminada por la noche.