Pinar del Río

La provincia más occidental de Cuba, la única que se encuentra al oeste de La Habana, es también una de las más agrícolas y bonitas del país. Como base para dormir elegimos el pueblo de San Diego de los Baños, que cuenta con un balneario. Aquí nos probamos la primera casa de cubanos y la experiencia fue magnífica. La gestiona un matrimonio mayor y la dueña, que se llama Cary, alquila tres habitaciones con aire acondicionado situadas en un bonito porche. La comida que prepara está también muy buena. Pasamos dos noches. El pueblo en sí tiene poco que visitar aunque es un lugar tranquilo que cuenta con un hotel con piscina donde por la noche íbamos a tomar cervezas con un amigo cubano que nos echamos en el pueblo. Desde San Diego de los Baños visitamos los alrededores:

Valle de Viñales: Espectacular paisaje con colinas de frondosa vegetación que los cubanos llaman mogotes. Cualquier carretera que lleva a Viñales cruza bonitos paisajes. En el pueblo nos cayó una de las tormentas más grandes que vimos en Cuba, que inundó por completo la carretera. Casi no podemos volver a San Diego y estuvimos parados un buen rato. Todo el Valle de Viñales es patrimonio de la Humanidad, declarado por la UNESCO.

Mural de la Prehistoria: Un mural pintado en la ladera de una montaña de roca. Tiene más de 100 metros de longitud.

Cueva del Indio: Se puede montar en barca y se recorre una gruta subterránea con curiosas formaciones rocosas.

Cueva de los Portales: Fue cuartel general del Che Guevara durante la revolución cubana. Todavía se puede ver la cama donde durmió el comandante y los lugares donde comían sus hombres.

Cayo Jutías: Es una playa virgen en la costa atlántica frecuentada por cubanos. El cayo está unido a la isla principal por una carretera de peaje. Hay un faro antiguo bien conservado, pero la playa tampoco merece mucho la pena. Está llena de voraces mosquitos.