Jericó

Es una de las ciudades más antiguas del mundo, levantada sobre un oasis en medio del desierto. Esta zona estuvo habitada ya 11.000 años antes del nacimiento de Cristo. Todavía se pueden visitar ruinas de la antigua ciudad y a pocos kilómetros subir al monte de las tentaciones, donde se supone que Jesucristo ayunó 40 días y 40 noches, con el diablo al lado dándole la vara para que comiera y bebiera. Actualmente hay edificado encima de este monte un monasterio cristiano ortodoxo.

A Jericó llegamos en un monovolumen desde Jerusalén y una vez allí un abuelillo nos hizo una ruta en su coche por los alrededores y nos llevó hasta el Monte las Tentaciones. Después de visitar Jericó y alrededores, nuestro colega-chófer nos llevó hasta el Mar Muerto, a unos 30 km, para darnos un baño. Allí nos despedimos de él. Nos cobró muy poco.


Pueblecito en el desierto, de camino a Jericó.


Entrada a Jericó.


Dos niñas acuden al colegio a Jericó, caminando por la desértica carretera.


Ruinas de la antigua Jericó.


El Monte de las Tentaciones. Un monasterio ortodoxo se erige en lo alto.


Panorámica del oasis de Jericó, desde el Monte de las Tentaciones.


Panorámica de Jericó, desde el Monte de las Tentaciones.

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