Monasterios de Batalha y Alcobaça
Situados a 90 km al sur de Coímbra, cerca de la ciudad de Leiria y de las playas de Nazaré, se encuentran los monasterios de Batalha y Alcobaça, ambos Patrimonio de la Humanidad y magníficos ejemplos del gótico portugués.
El monasterio de Batalha se empezó a construir a finales del siglo XIV para conmemorar la victoria portuguesa sobre Castilla en la batalla de Aljubarrota, que tuvo lugar en estas tierras en 1385 y sirvió para consolidar la independencia de Portugal.
La construcción del monasterio fue lenta y no se terminó hasta dos siglos después por lo que también incluye elementos manuelinos, un estilo arquitectónico propio de Portugal que apareció en el gótico tardío y cuyo ejemplo más representativo es la famosa Torre de Belem de Lisboa.
En el interior de la iglesia de Batalha, en la que destacan sus hermosas vidrieras, reposan los restos de muchos reyes portugueses, como Joao I, o Juan I, que fue el monarca que lideró la victoria de Aljubarrota. También se halla en su interior la tumba de Enrique el Navegante, uno de los primeros exploradores de ultramar.
El monasterio cuenta con dos preciosos claustros góticos, con jardines en el centro y ornamentados arcos a su alrededor. En el primero de ellos se encuentra la Sala do Capitulo, con una gran bóveda de estrella en el techo y que en la actualidad alberga la tumba al soldado desconocido, custodiada siempre por dos rígidos militares.
Las Capelas Imperfeitas, o capillas imperfectas, son otro lugar sorprendente. Se empezaron a construir para ser el gran panteón real del monasterio, pero nunca se terminaron y están al aire libre, sin que el tejado se llegara a construir. En días de lluvia, como durante nuestra visita, el agua cae directamente al interior de las capillas.
La entrada al monasterio de Batalha cuesta 6 euros. Junto a la zona de aparcamiento hay una oficina de turismo donde proporcionan mapas de la región y folletos sobre el monasterio.
A 25 km del monasterio de Batalha se encuentra el monasterio de la Alcobaça, la primera construcción gótica que se levantó en Portugal, allá por el siglo XII y siguiendo los preceptos de la orden del Císter.
La nave central de la iglesia tiene una altura de 20 metros y, además de por su grandiosidad, destaca por la sobriedad de su decoración. En su interior también guarda las tumbas de algunos monarcas portugueses y la de Inés de Castro, noble gallega que fue proclamada reina de Portugal a título póstumo después de ser asesinada por nobles portugueses.
Además del magnífico claustro gótico, se pueden visitar otras estancias del monasterio, como el refectorio, la sala Capitular o el diáfano dormitorio, una amplia sala con columnas y bóvedas de crucería.
La entrada al monasterio de la Alcobaça también cuesta 6 euros.
El monasterio de Batalha se empezó a construir a finales del siglo XIV para conmemorar la victoria portuguesa sobre Castilla en la batalla de Aljubarrota, que tuvo lugar en estas tierras en 1385 y sirvió para consolidar la independencia de Portugal.
La construcción del monasterio fue lenta y no se terminó hasta dos siglos después por lo que también incluye elementos manuelinos, un estilo arquitectónico propio de Portugal que apareció en el gótico tardío y cuyo ejemplo más representativo es la famosa Torre de Belem de Lisboa.
En el interior de la iglesia de Batalha, en la que destacan sus hermosas vidrieras, reposan los restos de muchos reyes portugueses, como Joao I, o Juan I, que fue el monarca que lideró la victoria de Aljubarrota. También se halla en su interior la tumba de Enrique el Navegante, uno de los primeros exploradores de ultramar.
El monasterio cuenta con dos preciosos claustros góticos, con jardines en el centro y ornamentados arcos a su alrededor. En el primero de ellos se encuentra la Sala do Capitulo, con una gran bóveda de estrella en el techo y que en la actualidad alberga la tumba al soldado desconocido, custodiada siempre por dos rígidos militares.
Las Capelas Imperfeitas, o capillas imperfectas, son otro lugar sorprendente. Se empezaron a construir para ser el gran panteón real del monasterio, pero nunca se terminaron y están al aire libre, sin que el tejado se llegara a construir. En días de lluvia, como durante nuestra visita, el agua cae directamente al interior de las capillas.
La entrada al monasterio de Batalha cuesta 6 euros. Junto a la zona de aparcamiento hay una oficina de turismo donde proporcionan mapas de la región y folletos sobre el monasterio.
Monasterio de Batalha.
El primer claustro del monasterio de Batalha.
La iglesia del monasterio vista desde el claustro.
Arcada gótica del claustro.
El segundo claustro gótico del monasterio de Batalha.
El panteón de las capillas imperfectas.
Las capillas imperfectas, sin tejado.
Tumba real en las capillas imperfectas.
A 25 km del monasterio de Batalha se encuentra el monasterio de la Alcobaça, la primera construcción gótica que se levantó en Portugal, allá por el siglo XII y siguiendo los preceptos de la orden del Císter.
La nave central de la iglesia tiene una altura de 20 metros y, además de por su grandiosidad, destaca por la sobriedad de su decoración. En su interior también guarda las tumbas de algunos monarcas portugueses y la de Inés de Castro, noble gallega que fue proclamada reina de Portugal a título póstumo después de ser asesinada por nobles portugueses.
Además del magnífico claustro gótico, se pueden visitar otras estancias del monasterio, como el refectorio, la sala Capitular o el diáfano dormitorio, una amplia sala con columnas y bóvedas de crucería.
La entrada al monasterio de la Alcobaça también cuesta 6 euros.
Monasterio de la Alcobaça.
Fachada gótica de la iglesia de la Alcobaça.
Nave central de la iglesia del monasterio.
Tumbas reales en una capilla de la iglesia.
Tumba de Inés de Castro.
Fachada exterior del monasterio de la Alcobaça.
Otra vista del monasterio de la Alcobaça.
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