Península de Bukit (Bali)
La península de Bukit se encuentra en el extremo sur de Bali y cuenta con las mejores playas de la isla. Nosotros la visitamos en una excursión en moto desde Seminyak. La alquilamos en el hotel donde estábamos alojados por 60.000 rupias el día completo (4 euros). El alquiler de motos está tirado en Bali y son el mejor medio de transporte porque te ahorras los impepinables atascos que se forman en las congestionadas carreteras del centro y sur de la isla.
Lo peor de ir en moto hasta la península de Bukit fue el primer tramo, salir del área de Kuta-Seminyak y atravesar la zona del aeropuerto porque hay muchísimo tráfico y debes conducir con cuidado. Una vez pasado el aeropuerto, el tráfico disminuye considerablemente y conforme te vas adentrando en la península se disfruta mucho más del trayecto. Incluso puedes ir cogiendo carreteras secundarias por las que apenas pasan coches.
La primera parada que hicimos fue en Jimbaran, que posee una extensa y agradable playa de arena blanca rodeada de palmeras. Es una alternativa a Kuta a la hora de buscar alojamiento, mucho más tranquila, pero también con menos oferta gastronómica y de ocio. Hay que tener en cuenta, además, que muchos hoteles están bastante alejados de la playa.
Jimbaran también es famosa por sus restaurantes de pescado, que por las noches montan mesas en la playa y se llenan de turistas. En muchos puedes elegir tú mismo el pescado y el marisco fresco, que conservan vivo en grandes peceras, para montarte tu propia mariscada. Luego te lo cobrarán al peso y te lo asarán a la parrilla.
Aunque cenar pescado a la brasa en la playa es muy agradable, hay que estar preparado para rascarse el bolsillo porque estos restaurantes son caros, sobre todo para los precios que se barajan en Indonesia. Para que os hagáis una idea, una langosta viva a la brasa, de las más pequeñas, te puede costar fácilmente 40 o 50 euros. Aunque sea para dos personas, si la acompañas de algún pescado y bebida, la cena te saldrá por unos 40 euros por barba.
Hay otros restaurantes que tienen mariscadas cerradas, con precios fijos, que salen algo más económicas que comprar el pescado al peso, aunque seguramente no será tan fresco. También hay otra zona de la playa de Jimbaran donde hay restaurantes de pescado más económicos, pero la calidad es inferior.
Nosotros fuimos un día a cenar a Jimbaran desde Seminyak en taxi porque conducir con la moto de noche y después de haber cenado con cerveza no era la mejor idea. El taxi desde Seminyak a Jimbaran, ida y vuelta, nos costó 300.000 rupias (20 euros). El taxista nos llevó a la zona más cara de restaurantes, que es a la que suelen llevarte todos los taxistas y la que suelen visitar los grupos organizados. Al final, la cena más el taxi nos salió por un pico.
Volviendo a la excursión por la península de Bukit, después de bañarnos en la playa de Jimbaran y tumbarnos al sol un rato, continuamos en moto hacia el sur hasta la playa de Balangan. Esta playa es un destino muy popular entre los surfistas porque hay buenas olas.
La playa es muy pintoresca, con rudimentarios restaurantes y bares surferos construidos sobre postes de madera, pero cuando baja la marea hay que atravesar un largo tramo de rocas para poder bañarte.
En Balangan nos quedamos a comer en uno de estos garitos surferos, en los que también puedes alojarte si quieres. Luego nos dimos otro bañito antes de continuar con la moto hacia el sur de Bukit.
La última parada que hicimos fue en la playa de Padang Padang, una de las mejores de Bali, aunque siempre está a rebosar de gente porque es una calita muy pequeña rodeada de montaña. El parking de esta playa está al lado de la carretera y siempre hay cientos de motos aparcadas. Desde la carretera hay que descender por una estrecha escalinata entre las rocas, que desemboca en la arena.
A pesar de la mucha gente que había, la playa nos gustó y ya no nos movimos de aquí. El agua es transparente y muy tranquila, ideal para nadar porque, al ser una cala cerrada, no hay oleaje como en las playas de mar abierto que frecuentan los surfistas. En Padang Padang solo hay un par de restaurantes para comer o comprar bebida. Caminando un poco se pueden encontrar otras pequeñas calitas con menos gente.
Lo peor de ir en moto hasta la península de Bukit fue el primer tramo, salir del área de Kuta-Seminyak y atravesar la zona del aeropuerto porque hay muchísimo tráfico y debes conducir con cuidado. Una vez pasado el aeropuerto, el tráfico disminuye considerablemente y conforme te vas adentrando en la península se disfruta mucho más del trayecto. Incluso puedes ir cogiendo carreteras secundarias por las que apenas pasan coches.
La primera parada que hicimos fue en Jimbaran, que posee una extensa y agradable playa de arena blanca rodeada de palmeras. Es una alternativa a Kuta a la hora de buscar alojamiento, mucho más tranquila, pero también con menos oferta gastronómica y de ocio. Hay que tener en cuenta, además, que muchos hoteles están bastante alejados de la playa.
Playa de Jimbaran.
Paseando por la playa de Jimbaran.
El mar baña la playa de Jimbaran.
Otra vista de la playa de Jimbaran.
Lugareña haciendo una ofrenda en la playa de Jimbaran.
Otra ofrenda en la playa de Jimbaran, muy habituales en el hinduismo balinés.
La playa de Jimbaran es muy extensa.
La gran playa de Jimbaran.
Recogiendo agua del mar para cocinar en los restaurantes de la playa.
Restaurantes a pie de playa en Jimbaran.
Jimbaran también es famosa por sus restaurantes de pescado, que por las noches montan mesas en la playa y se llenan de turistas. En muchos puedes elegir tú mismo el pescado y el marisco fresco, que conservan vivo en grandes peceras, para montarte tu propia mariscada. Luego te lo cobrarán al peso y te lo asarán a la parrilla.
Aunque cenar pescado a la brasa en la playa es muy agradable, hay que estar preparado para rascarse el bolsillo porque estos restaurantes son caros, sobre todo para los precios que se barajan en Indonesia. Para que os hagáis una idea, una langosta viva a la brasa, de las más pequeñas, te puede costar fácilmente 40 o 50 euros. Aunque sea para dos personas, si la acompañas de algún pescado y bebida, la cena te saldrá por unos 40 euros por barba.
Hay otros restaurantes que tienen mariscadas cerradas, con precios fijos, que salen algo más económicas que comprar el pescado al peso, aunque seguramente no será tan fresco. También hay otra zona de la playa de Jimbaran donde hay restaurantes de pescado más económicos, pero la calidad es inferior.
Nosotros fuimos un día a cenar a Jimbaran desde Seminyak en taxi porque conducir con la moto de noche y después de haber cenado con cerveza no era la mejor idea. El taxi desde Seminyak a Jimbaran, ida y vuelta, nos costó 300.000 rupias (20 euros). El taxista nos llevó a la zona más cara de restaurantes, que es a la que suelen llevarte todos los taxistas y la que suelen visitar los grupos organizados. Al final, la cena más el taxi nos salió por un pico.
Ambiente por la noche en los restaurantes de pescado de Jimbaran.
Venta de pescado y marisco al peso en un restaurante.
Langostas vivas, el plato estrella en Jimbaran.
Nuestra cena en la playa de Jimbaran.
Volviendo a la excursión por la península de Bukit, después de bañarnos en la playa de Jimbaran y tumbarnos al sol un rato, continuamos en moto hacia el sur hasta la playa de Balangan. Esta playa es un destino muy popular entre los surfistas porque hay buenas olas.
La playa es muy pintoresca, con rudimentarios restaurantes y bares surferos construidos sobre postes de madera, pero cuando baja la marea hay que atravesar un largo tramo de rocas para poder bañarte.
En Balangan nos quedamos a comer en uno de estos garitos surferos, en los que también puedes alojarte si quieres. Luego nos dimos otro bañito antes de continuar con la moto hacia el sur de Bukit.
Nuestra moto, aparcada frente a la playa de Balangan.
Bajando a la playa de Balangan.
Playa de Balangan.
La marea baja deja al descubierto las rocas de la playa de Balangan.
Bares surferos en la playa de Balangan.
Surfistas.
Los bares surferos de Balangan.
Más bares surferos.
La terraza de un restaurante, con vistas al mar.
Surfistas en acción.
Surfeando una ola.
Atravesando las rocas para llegar al mar.
Surfistas en la playa.
La última parada que hicimos fue en la playa de Padang Padang, una de las mejores de Bali, aunque siempre está a rebosar de gente porque es una calita muy pequeña rodeada de montaña. El parking de esta playa está al lado de la carretera y siempre hay cientos de motos aparcadas. Desde la carretera hay que descender por una estrecha escalinata entre las rocas, que desemboca en la arena.
A pesar de la mucha gente que había, la playa nos gustó y ya no nos movimos de aquí. El agua es transparente y muy tranquila, ideal para nadar porque, al ser una cala cerrada, no hay oleaje como en las playas de mar abierto que frecuentan los surfistas. En Padang Padang solo hay un par de restaurantes para comer o comprar bebida. Caminando un poco se pueden encontrar otras pequeñas calitas con menos gente.
Estrecha carretera secundaria, en la península de Bukit.
Motos aparcadas junto a la carretera en Padang Padang.
Escalera entre rocas para bajar a la playa de Padang Padang.
Llegando a la playa de Padang Padang.
Playa de Padang Padang.
Agua transparente y tranquila en Padang Padang.
Vista de la playa de Padang Padang desde el mar.
Un rincón de la playa de Padang Padang.
Caminando un poco se puede disfrutar de pequeñas calitas entre rocas.
Alrededores de Padang Padang.
Restaurante de playa de Padang Padang.
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