Ubud (Bali)
Ubud está situado en el centro de Bali y es uno de los principales destinos turísticos de la isla. Sus calles están repletas de tiendas, hoteles y restaurantes, algunos muy sofisticados, y siempre muy concurridos. El tráfico es infernal y los coches suelen colapsar sus estrechas calles, sobre todo en las horas punta.
Esta pequeña ciudad también es un importante foco cultural y alberga numerosas galerías de arte, museos y pequeños templos, aunque estos últimos casi siempre están cerrados al público y solo se pueden contemplar desde el exterior.
Las calles Jalan Raya y Monkey Forest Street son las principales arterias comerciales de Ubud. En el cruce donde se encuentran ambas calles, siempre colapsado por el tráfico, se halla el Palacio de Ubud, también llamado Puri Saren Agung, donde todavía reside la familia real de la ciudad.
Al lado de este cruce está el Pasar Seni, el viejo mercadillo de Ubud donde venden todo tipo de souvenirs. No obstante, casi todas las calles del centro podrían considerarse un enorme mercadillo porque todas están llenas de tiendas. Para los fanáticos de las compras, Ubud es un paraíso porque podrá encontrar todo tipo de productos.
El lugar más visitado de la ciudad es el Monkey Forest, el bosque de los monos, que se encuentra en el extremo sur de Monkey Forest Street. Es un precioso y frondoso parque habitado por miles de macacos balineses, que corren, saltan y hacen todo tipo de acrobacias. Es un lugar muy divertido, especialmente si se viaja con niños pequeños.
Los macacos están tan acostumbrados a la visita de los turistas que, podríamos decir que les han perdido el respeto. Si llevas una mochila y no estás atento puedes encontrarte con un macaco en la espalda intentando abrirla cuando menos te lo esperes. Por supuesto, que nadie se atreva a dejar una mochila o una cámara de fotos desatendida porque será la última vez que la vea. Los macacos están siempre ojo avizor en busca de posibles fuentes de comida y no dudan a la hora de llevarse cualquier pertenencia de los turistas.
Algunos macacos son más tranquilos y se acercan a los visitantes con calma para que les den comida, se dejan acariciar y posan para las fotos. Dentro del Monkey Forest también hay un templo, el Pura Dalem Agung, muy pintoresco y rodeado de una espesa vegetación.
Además de visitar el bosque de los monos y de recorrer los mercadillos de Ubud, la ciudad permite disfrutar de una de las mejores ofertas gastronómicas de Bali. Si os gusta el cerdo vale la pena probar el restaurante Ibu Oka, un warung especializado en cochinillo asado, manjar prácticamente inexistente en el resto de Indonesia, país de mayoría musulmana. La isla de Bali es la excepción porque sus habitantes son hindúes.
Otra actividad recomendada es darse un masaje balinés. En Ubud hay modernos spas donde ofertan todo tipo de tratamientos de belleza y masajes, algunos muy caros, pero también hay pequeños centros donde te puedes dar un típico masaje balinés por unos pocos euros. Este masaje tradicional es fuerte, aunque no tanto como el tailandés.
En Ubud nos alojamos en la Bucu Guest House, un hotel familiar cerca del bosque de los monos muy recomendable. Las habitaciones son modernas, impecables y están situadas en un agradable jardín. Cada habitación tiene un pequeño porche donde te sirven el desayuno por las mañanas. Tiene wifi gratis y es un hotel barato. La doble nos costó 28 euros la noche. El dueño es un chico joven que también te puede gestionar excursiones, alquiler de motos, etc. Nosotros contratamos aquí el viaje a las Islas Gili, nuestro siguiente destino, y también una excursión por el centro de Bali en coche con conductor.
Otro de los grandes atractivos de Ubud está fuera de los límites de la ciudad y es el fabuloso paisaje de campos de arroz que rodea el núcleo urbano. Vale la pena salir a caminar o en bicicleta por los alrededores para disfrutar de una isla de Bali totalmente diferente, más rural y, sobre todo, menos congestionada.
Pasado el Palacio Real y siguiendo hacia el norte no se tardará en dejar atrás la ciudad y pronto aparecerán los primeros campos de arroz. En esta zona norte se encuentran las mejores rutas para caminar.
Algunos turistas prefieren alojarse por aquí, en hoteles situados en medio de paisajes de campos de arroz y alejados de la ciudad. El entorno es mucho más bonito, no cabe duda, pero necesitarás transporte para llegar a Ubud o pegarte una buena caminata.
Esta pequeña ciudad también es un importante foco cultural y alberga numerosas galerías de arte, museos y pequeños templos, aunque estos últimos casi siempre están cerrados al público y solo se pueden contemplar desde el exterior.
Las calles Jalan Raya y Monkey Forest Street son las principales arterias comerciales de Ubud. En el cruce donde se encuentran ambas calles, siempre colapsado por el tráfico, se halla el Palacio de Ubud, también llamado Puri Saren Agung, donde todavía reside la familia real de la ciudad.
Al lado de este cruce está el Pasar Seni, el viejo mercadillo de Ubud donde venden todo tipo de souvenirs. No obstante, casi todas las calles del centro podrían considerarse un enorme mercadillo porque todas están llenas de tiendas. Para los fanáticos de las compras, Ubud es un paraíso porque podrá encontrar todo tipo de productos.
Palacio de Ubud.
Tiendas en la calle Jalan Raya.
Todas las calles del centro son un extenso mercadillo.
Ubud es un paraíso para las compras.
Mercado Pasar Seni.
Tienda de especias.
Tiendas en el Pasar Seni.
Los abridores con forma de pene son un souvenir típico de Ubud.
Colorida artesanía de Ubud.
Una galería de arte.
Calle del centro de Ubud.
Otra calle del centro.
Preciosa entrada a un templo.
Otro templo de Ubud.
De paseo por Ubud.
Mujer con la cesta en la cabeza.
Pura Taman Saraswati, uno de los templos más bellos de Ubud.
Centro de Ubud.
El campo de fútbol de Ubud, en pleno centro de la ciudad.
Atasco en Jalan Raya.
Colegialas de Ubud.
En Ubud también se pueden encontrar calles tranquilas.
Otra calle de Ubud.
El lugar más visitado de la ciudad es el Monkey Forest, el bosque de los monos, que se encuentra en el extremo sur de Monkey Forest Street. Es un precioso y frondoso parque habitado por miles de macacos balineses, que corren, saltan y hacen todo tipo de acrobacias. Es un lugar muy divertido, especialmente si se viaja con niños pequeños.
Los macacos están tan acostumbrados a la visita de los turistas que, podríamos decir que les han perdido el respeto. Si llevas una mochila y no estás atento puedes encontrarte con un macaco en la espalda intentando abrirla cuando menos te lo esperes. Por supuesto, que nadie se atreva a dejar una mochila o una cámara de fotos desatendida porque será la última vez que la vea. Los macacos están siempre ojo avizor en busca de posibles fuentes de comida y no dudan a la hora de llevarse cualquier pertenencia de los turistas.
Algunos macacos son más tranquilos y se acercan a los visitantes con calma para que les den comida, se dejan acariciar y posan para las fotos. Dentro del Monkey Forest también hay un templo, el Pura Dalem Agung, muy pintoresco y rodeado de una espesa vegetación.
Calle cercana al Monkey Forest.
¡Cuidado! Puede haber monos cruzando la carretera.
Entrando en el Monkey Forest.
Macaco balinés.
Esta pulga me la como yo...
El bosque de los monos.
Puente de madera en el bosque de los monos.
Sendero junto a un riachuelo en el bosque de los monos.
Mono de piedra en el Monkey Forest.
Y aquí un mono de carne y hueso zampando.
Pura Dalem Agung, el templo que se esconde en el Monkey Forest.
Estatua y relieves del Pura Dalem Agung.
Monos en los muros del templo.
Una mona con sus dos crías.
Los tres monos sabios que ocultan sus ojos, oídos y boca.
Reunión de macacos.
Macaco curioseando la mochila de un turista.
VÍDEO: Macacos en el bosque de los monos de Ubud.
Además de visitar el bosque de los monos y de recorrer los mercadillos de Ubud, la ciudad permite disfrutar de una de las mejores ofertas gastronómicas de Bali. Si os gusta el cerdo vale la pena probar el restaurante Ibu Oka, un warung especializado en cochinillo asado, manjar prácticamente inexistente en el resto de Indonesia, país de mayoría musulmana. La isla de Bali es la excepción porque sus habitantes son hindúes.
Otra actividad recomendada es darse un masaje balinés. En Ubud hay modernos spas donde ofertan todo tipo de tratamientos de belleza y masajes, algunos muy caros, pero también hay pequeños centros donde te puedes dar un típico masaje balinés por unos pocos euros. Este masaje tradicional es fuerte, aunque no tanto como el tailandés.
En Ubud nos alojamos en la Bucu Guest House, un hotel familiar cerca del bosque de los monos muy recomendable. Las habitaciones son modernas, impecables y están situadas en un agradable jardín. Cada habitación tiene un pequeño porche donde te sirven el desayuno por las mañanas. Tiene wifi gratis y es un hotel barato. La doble nos costó 28 euros la noche. El dueño es un chico joven que también te puede gestionar excursiones, alquiler de motos, etc. Nosotros contratamos aquí el viaje a las Islas Gili, nuestro siguiente destino, y también una excursión por el centro de Bali en coche con conductor.
Restaurante Ibu Oka, un clásico de Ubud especializado en carne de cerdo.
Platos de cerdo con arroz en el restaurante Ibu Oka.
Habitaciones y jardín del hotel Bucu Guest House donde nos alojamos en Ubud.
Nuestra habitación.
El desayuno, servido en el porche de la habitación.
Cenando Rijsttafel en un restaurante de Ubud.
Otro de los grandes atractivos de Ubud está fuera de los límites de la ciudad y es el fabuloso paisaje de campos de arroz que rodea el núcleo urbano. Vale la pena salir a caminar o en bicicleta por los alrededores para disfrutar de una isla de Bali totalmente diferente, más rural y, sobre todo, menos congestionada.
Pasado el Palacio Real y siguiendo hacia el norte no se tardará en dejar atrás la ciudad y pronto aparecerán los primeros campos de arroz. En esta zona norte se encuentran las mejores rutas para caminar.
Algunos turistas prefieren alojarse por aquí, en hoteles situados en medio de paisajes de campos de arroz y alejados de la ciudad. El entorno es mucho más bonito, no cabe duda, pero necesitarás transporte para llegar a Ubud o pegarte una buena caminata.
Saliendo de Ubud hacia los campos de arroz del norte de la ciudad.
Casi todas las casas de Ubud tienen pequeños altares en honor a los dioses hindúes.
Saliendo de Ubud.
Campos de arroz en los alrededores de la ciudad.
Campo de arroz.
Trabajando en los campos de arroz.
Más campos de arroz.
Caminando entre campos de arroz.
Cortando malas hierbas.
El color verde inunda los alrededores de Ubud.
Pasear por los campos de arroz es relajante.
Agricultor con sombrero vietnamita.
Seguimos paseando entre campos de arroz.
Panorámica de los campos de arroz.
Regresando a Ubud.
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