Nairobi
Aterrizamos en el aeropuerto Jomo Kenyatta de Nairobi pasado el mediodía y nos vino a recoger Nicholas, el guía de la agencia Natural World Mombasa, con la que habíamos contratado el primer safari por Kenia.
Nos dejó en el hotel Kenya Comfort, que también habíamos reservado por internet. La habitación doble superior con desayuno nos costó 95 dólares, pero las hay más baratas. Es un hotel aceptable y bien situado a dos manzanas del centro financiero de la capital keniata. Eso sí, la cisterna del baño estaba rota y nos la tuvieron que arreglar y el aire acondicionado no funcionaba, aunque tampoco es necesario porque en Nairobi no hace calor en las noches de agosto. Después de instalarnos fuimos a la agencia para pagar el 40% del precio del safari que nos faltaba por abonar (960 dólares por cabeza).
Nairobi tiene fama de ser una de las ciudades más inseguras de África y solo hay que leer un par de guías turísticas alertando de sus peligros para que se te quiten las ganas de pasear por sus calles. Aún así, con un poco de cuidado, vale la pena darse un garbeo por el centro.
Nosotros dejamos todos los objetos de valor en la caja fuerte del hotel y salimos a recorrer el downtown, el centro financiero, teóricamente la zona más segura de Nairobi, con una pequeña cámara de bolsillo para hacer alguna foto.
Lo cierto es que prácticamente no se ven turistas y apenas te cruzas con algún blanco por la calle, así que es bastante difícil pasar desapercibido. Pese a todo no tuvimos ningún percance, salvo los típicos cansinos que se acercan a pedir dinero o falsos donativos para escuelas y hospitales. Sacar la cámara es la mejor forma de atraerlos, así que no es sencillo obtener buenas fotos.
El Kenyatta Conference Center es seguramente el edificio más emblemático de Nairobi. Un rascacielos de forma circular construido en los años 70 con un helipuerto en la azotea que ofrece fantásticas panorámicas de la ciudad. Subir cuesta 400 chelines (3 euros). Enfrente está la City Square, una enorme plaza presidida por una estatua de Jomo Kenyatta, padre de la independencia de Kenia. Muy cerca está el Ayuntamiento (City Hall), los juzgados y la sede presidencial.
El Uhuru Park es otro lugar destacado de la capital keniata. El mejor día para visitarlo es el domingo cuando está a rebosar de keniatas paseando con sus hijos o disfrutando del pulmón verde de la ciudad. Tiene un pequeño lago en el centro y ofrece buenas panorámicas del skyline de Nairobi.
Tampoco hay que dejar de visitar el City Market, cercano al hotel Kenya Comfort. La zona de las pescaderías y las carnicerías es la más espectacular. Al lado hay una nave cubierta donde se concentran tiendas de artesanía. Es un buen lugar para comprar recuerdos. El Museo Nacional y sus frondosos jardines, un auténtico oasis de paz en medio del caótico tráfico de Nairobi, también merecen una visita.
Lejos del centro se encuentran los distritos de Karen y Langata, los más lujosos de Nairobi, donde residen la mayoría de extranjeros en mansiones bien protegidas por muros y vallas electrificadas. En esta zona se puede visitar la casa de Karen Blixen, autora de 'Memorias de África', aunque la entrada cuesta 800 chelines (6 euros). Nosotros nos conformamos con verla desde fuera antes de que nos echara el vigilante. Al lado está el Karen Blixen Coffee Garden, un buen restaurante con agradables jardines para comer.
Pero el restaurante más famoso de Kenia es el Carnivore, una visita indispensable en Nairobi, que también se encuentra por la zona de Karen y Langata. Es un asador donde te van sirviendo en la mesa carnes de todo tipo hasta decir basta. El cocodrilo, el camello y el avestruz son los platos más exóticos, pero también sirven vaca, cordero, pollo, cerdo, pavo… Todo ello acompañado de ensaladas y salsas. El menú incluye postre y café.
Curiosamente, entre los lujosos barrios de Karen y Langata y el centro de la ciudad, se extiende el distrito de Kibera, la mayor barriada de chabolas del mundo, donde habita más de un millón de personas en condiciones infrahumanas. El contraste entre ambas zonas es enorme.
Nos dejó en el hotel Kenya Comfort, que también habíamos reservado por internet. La habitación doble superior con desayuno nos costó 95 dólares, pero las hay más baratas. Es un hotel aceptable y bien situado a dos manzanas del centro financiero de la capital keniata. Eso sí, la cisterna del baño estaba rota y nos la tuvieron que arreglar y el aire acondicionado no funcionaba, aunque tampoco es necesario porque en Nairobi no hace calor en las noches de agosto. Después de instalarnos fuimos a la agencia para pagar el 40% del precio del safari que nos faltaba por abonar (960 dólares por cabeza).
Entrada al hotel Kenya Comfort.
Nuestra habitación en el Kenya Comfort.
Nairobi tiene fama de ser una de las ciudades más inseguras de África y solo hay que leer un par de guías turísticas alertando de sus peligros para que se te quiten las ganas de pasear por sus calles. Aún así, con un poco de cuidado, vale la pena darse un garbeo por el centro.
Nosotros dejamos todos los objetos de valor en la caja fuerte del hotel y salimos a recorrer el downtown, el centro financiero, teóricamente la zona más segura de Nairobi, con una pequeña cámara de bolsillo para hacer alguna foto.
Lo cierto es que prácticamente no se ven turistas y apenas te cruzas con algún blanco por la calle, así que es bastante difícil pasar desapercibido. Pese a todo no tuvimos ningún percance, salvo los típicos cansinos que se acercan a pedir dinero o falsos donativos para escuelas y hospitales. Sacar la cámara es la mejor forma de atraerlos, así que no es sencillo obtener buenas fotos.
El Kenyatta Conference Center es seguramente el edificio más emblemático de Nairobi. Un rascacielos de forma circular construido en los años 70 con un helipuerto en la azotea que ofrece fantásticas panorámicas de la ciudad. Subir cuesta 400 chelines (3 euros). Enfrente está la City Square, una enorme plaza presidida por una estatua de Jomo Kenyatta, padre de la independencia de Kenia. Muy cerca está el Ayuntamiento (City Hall), los juzgados y la sede presidencial.
El Uhuru Park es otro lugar destacado de la capital keniata. El mejor día para visitarlo es el domingo cuando está a rebosar de keniatas paseando con sus hijos o disfrutando del pulmón verde de la ciudad. Tiene un pequeño lago en el centro y ofrece buenas panorámicas del skyline de Nairobi.
Tampoco hay que dejar de visitar el City Market, cercano al hotel Kenya Comfort. La zona de las pescaderías y las carnicerías es la más espectacular. Al lado hay una nave cubierta donde se concentran tiendas de artesanía. Es un buen lugar para comprar recuerdos. El Museo Nacional y sus frondosos jardines, un auténtico oasis de paz en medio del caótico tráfico de Nairobi, también merecen una visita.
Panorámica de Nairobi desde el Parque Uhuru.
El rascacielos del Kenyatta Conference, en el centro.
La City Square, corazón de Nairobi.
Estudiantes observando la estatua de Jomo Kenyatta.
Panorámica de Nairobi desde la azotea del Kenyatta Conference Centre.
Otra vista de la ciudad desde el Kenyatta Conference.
Paseando por el centro financiero de Nairobi.
Kenyatta Avenue, una de las principales arterias de Nairobi.
Paseando por la ciudad.
Calle del centro.
Un paso de cebra en el centro de Nairobi.
Otra avenida del centro financiero.
Todas las calles del centro tienen su nombre en señales como ésta.
Un guardia de seguridad en la puerta de la cafetería.
Céntrica avenida junto a nuestro hotel Kenya Comfort.
Aglomeración de gente, cerca de Moi Avenue.
La basura se amontona en un parque del centro.
Museo Nacional de Nairobi.
Lejos del centro se encuentran los distritos de Karen y Langata, los más lujosos de Nairobi, donde residen la mayoría de extranjeros en mansiones bien protegidas por muros y vallas electrificadas. En esta zona se puede visitar la casa de Karen Blixen, autora de 'Memorias de África', aunque la entrada cuesta 800 chelines (6 euros). Nosotros nos conformamos con verla desde fuera antes de que nos echara el vigilante. Al lado está el Karen Blixen Coffee Garden, un buen restaurante con agradables jardines para comer.
Pero el restaurante más famoso de Kenia es el Carnivore, una visita indispensable en Nairobi, que también se encuentra por la zona de Karen y Langata. Es un asador donde te van sirviendo en la mesa carnes de todo tipo hasta decir basta. El cocodrilo, el camello y el avestruz son los platos más exóticos, pero también sirven vaca, cordero, pollo, cerdo, pavo… Todo ello acompañado de ensaladas y salsas. El menú incluye postre y café.
Atrapados en el caótico tráfico de Nairobi.
La casa de Karen Blixen.
Asando carne en el Carnivore.
Camarero del Carnivore, el restaurante más famoso de África.
Curiosamente, entre los lujosos barrios de Karen y Langata y el centro de la ciudad, se extiende el distrito de Kibera, la mayor barriada de chabolas del mundo, donde habita más de un millón de personas en condiciones infrahumanas. El contraste entre ambas zonas es enorme.
El contaminado río Nairobi, que da nombre a la ciudad.
VÍDEO: Suburbios de Nairobi
Tampoco muy lejos se encuentra el Parque Nacional de Nairobi, un buen lugar para tener una primera toma de contacto con la fauna africana. Siempre es una curiosa imagen ver una jirafa con la silueta de los rascacielos de Nairobi de fondo. Nosotros hicimos una excursión de mediodía para comer en el Carnivore y visitar por la tarde el Parque Nacional de Nairobi con Natural World Mombasa. Nos costó 100 dólares por cabeza.
Babuinos en el Parque Nacional de Nairobi.
Desde el Parque Nacional de Nairobi se divisan los rascacielos de la ciudad al fondo.
Dos jirafas saludando a la cámara.
Cebras en el Parque Nacional de Nairobi.
Un búfalo solitario se cruza en nuestro camino.
Una bonita leona con sus cachorros.
La leona y su leoncito.
Jirafas y rascacielos en el horizonte.
pedazo de entrada si señor
ResponderEliminarsin duda de las mas completas sobre la zona que he leido , un reportaje genial
espero impaciente el impresionante Masai Mara
abrazos
Muchas gracias Bleid, espero que te gusten las próximas entradas africanas. El viaje por Kenia y Tanzania lo vamos a ir publicando por entregas. Un abrazo!!
ResponderEliminar...menudo viaje! que delicia!. Buenísimas fotografías.
ResponderEliminarSaludos.
Ramón