Travesía por el Mekong

A la mañana siguiente emprendimos viaje hasta Chiang Khong, en la frontera entre Tailandia y Laos, para cruzar el Mekong y coger el barco que nos llevó hasta Luang Prabang en una travesía de dos días por el río.

No nos arriesgamos a ir por nuestra cuenta hasta Chiang Khong porque queríamos llegar a tiempo para coger el barco y no perder un día en una ciudad fronteriza sin demasiado interés. Así que reservamos un tour con una agencia de Chiang Rai que nos costó 1.500 bahts (30 euros) por persona. El precio incluye el transporte en taxi hasta Chiang Khong (hora y media); la barca que cruza el Mekong hasta Huay Xai (Laos); el tuk-tuk al embarcadoro desde donde zarpan los barcos y el billete de barco hasta Luang Prabang (2 días).

También se puede hacer por libre el trayecto desde Chiang Rai a Huay Xai y llegar a tiempo para coger el barco, porque suelen zarpar pasadas las 11.00 h. y no a las 9.00 h. como te cuentan en las agencias de Chiang Rai.

De todas formas tampoco te ahorras mucho dinero porque el billete de barco a Luang Prabang cuesta 200.000 kips (18 euros) y a eso le tendrías que sumar el tuk-tuk a la estación de autobuses de Chiang Rai; el bus a Chiang Khong; el tuk-tuk hasta el embarcadero de Chiang Khong; la barca que cruza el Mekong y el tuk-tuk hasta el embarcadero de Huay Xai.

A nosotros nos recogió un taxi en el hotel de Chiang Rai a las 6.00 de la mañana y nos dejó en el embarcadero de Chiang Khong donde hay que sellar el pasaporte antes de abandonar Tailandia. Una barca nos cruzó hasta Huay Xai, en la orilla laosiana del Mekong, y allí compramos el visado de Laos, que cuesta 20 dólares.

Superados los trámites burocráticos, un tuk-tuk nos estaba esperando para llevarnos al embarcadero de Huay Xai desde donde zarpan los barcos a Luang Prabang. Llegamos como a las 9.00 h. y tuvimos que esperar tres horas hasta que salió el barco, que se iba llenando con cuentagotas.

Las barcas lentas (slowboat) tardan dos días en llegar a Luang Prabang, pero son mejor opción que las rápidas (speedboats), que sólo tardan 6 horas. Con las lentas puedes apreciar mejor el maravilloso paisaje virgen que se extiende a ambas orillas del Mekong y además son menos peligrosas.

El barco lento no es cómodo, vaya por delante, pero sus bancos de madera tampoco son insoportables para una travesía de dos días. El barco está ocupado hasta los topes y el 90% son turistas. Hay buen ambiente y venden bocadillos y cervezas. En algunas paradas también suben niños vendiendo comida.

El primer día se navega por el Mekong durante unas 6 horas hasta llegar a Pakbeng donde el barco atraca y los turistas buscamos pensión para pasar la noche. No hay problemas de alojamiento porque hay montones de pensiones baratas, bares y restaurantes. Pakbeng es un pueblo pequeño, pero de gran vitalidad gracias a los turistas de los slowboats.

Nosotros dormimos en la Duang Pa Sert Guest House, en la calle principal del pueblo, y la doble con baño y ventilador nos costó 300 bahts (6 euros). En Pakbeng aceptan en todos sitios baths tailandeses y dólares. El pueblo sólo tiene electricidad durante unas horas y desde las diez de la noche hasta las siete de la mañana se queda a oscuras. Sólo tienen luz aquellos hostales con generadores propios y no fue el caso del nuestro. Una linterna es una buena idea.

Por la mañana el barco zarpó sobre las 10.00 h. y llegó a Luang Prabang después de siete horas de navegación. El paisaje sigue siendo espectacular a ambas orillas del Mekong y se pueden ver las cuevas de Pak Ou escondidas bajo un enorme acantilado de piedra caliza.

Calle principal de Chiang Khong.

Aduana tailandesa junto al Mekong.

Estamos en Laos.

El pueblo laosiano de Huay Xai, al otro lado del Mekong.

Calle principal de Huay Xai.

La bandera comunista, en la oficina de venta de billetes de barco.

Los slowboats, amarrados en el embarcadero de Huay Xai.

La desembocadura del Mekong está a 3.320 km de Huay Xai.

Camiones cruzando en ferry de Laos a Tailandia.

Navegando por el Mekong.

Villa laosiana a orillas del río.

La barca de un lugareño.

Cargando fardos para transportarlos por el Mekong.

Otra rústica villa laosiana.

Transportando mercancías hacia las barcas.

Interior de nuestro barco slowboat.

Magnífico paisaje tropical en la orilla del Mekong.

Surcando las turbias aguas del río.

La bruma cae sobre la selva laosiana.

Otro embarcación similar a la nuestra, amarrada en la orilla.

Un niño laosiano nos observa desde su barco.

Llegando a Pakbeng.

Calle principal de Pakbeng.

Paseando por Pakbeng.

Mujer motorizada junto a los puestos de comida en Pakbeng.

Embarcadero de Pakbeng, antes de comenzar la segunda etapa por el Mekong.

La selva laosiana.

Otro pequeño pueblecito junto al río.

Casa sobre las aguas del Mekong.

Frondosa vegetación en la ribera del río.

Un barco rápido, speedboat, vuela sobre las aguas del Mekong.

Color chocolate de las aguas del Mekong.

Uno de los pocos laosianos que viajó con nosotros en el barco.

Precioso risco que esconde las cuevas de Pak Ou.

Entrada a las cuevas de Pak Ou.

Llegada a Luang Prabang.