Ayutthaya
El tren es la mejor alternativa para llegar a Ayutthaya desde Bangkok. Los convoyes salen con bastante frecuencia desde la estación de Hualamphong y tardan entre 60 y 90 minutos. El billete en segunda clase, con aire acondicionado, nos costó 245 bahts (5 euros).
Al llegar a la estación de ferrocarril de Ayutthaya hay que cruzar en barca el canal que rodea el centro histórico de la ciudad y luego se puede ir caminando o en tuk-tuk en busca de alojamiento.
Nos alojamos en la Baan Lotus Guesthouse, que regenta una simpática abuela. Es una bonita casa de madera situada en un frondoso jardín y las habitaciones están impecables. La doble con baño y aire acondicionado nos costó 600 bahts (12 euros).
Para visitar las ruinas de Ayutthaya lo mejor es alquilarse una moto por 200 bahts (4 euros) el día completo, ya que están bastante alejadas unas de otras y el calor es demasiado intenso para una bicicleta.
La ciudad fue la capital real de Siam desde el siglo XIV al XVIII y ese antiguo esplendor todavía se aprecia en sus impresionantes ruinas de estilo Khmer, patrimonio mundial de la Unesco.
Merece la pena dedicarle un día completo para recorrer con calma los diferentes complejos con la moto y hacer noche para verlas iluminadas. También se pueden ver elefantes recorriendo las ruinas con turistas en sus cestas.
Hay cientos de templos, pero uno de los que más nos gustó fue el Wat Chai Wattanaram, fuera de los límites de la isla central, que recuerda El Angkor Wat de Camboya y es ideal para ver la puesta de sol.
Al llegar a la estación de ferrocarril de Ayutthaya hay que cruzar en barca el canal que rodea el centro histórico de la ciudad y luego se puede ir caminando o en tuk-tuk en busca de alojamiento.
Nos alojamos en la Baan Lotus Guesthouse, que regenta una simpática abuela. Es una bonita casa de madera situada en un frondoso jardín y las habitaciones están impecables. La doble con baño y aire acondicionado nos costó 600 bahts (12 euros).
Para visitar las ruinas de Ayutthaya lo mejor es alquilarse una moto por 200 bahts (4 euros) el día completo, ya que están bastante alejadas unas de otras y el calor es demasiado intenso para una bicicleta.
La ciudad fue la capital real de Siam desde el siglo XIV al XVIII y ese antiguo esplendor todavía se aprecia en sus impresionantes ruinas de estilo Khmer, patrimonio mundial de la Unesco.
Merece la pena dedicarle un día completo para recorrer con calma los diferentes complejos con la moto y hacer noche para verlas iluminadas. También se pueden ver elefantes recorriendo las ruinas con turistas en sus cestas.
Hay cientos de templos, pero uno de los que más nos gustó fue el Wat Chai Wattanaram, fuera de los límites de la isla central, que recuerda El Angkor Wat de Camboya y es ideal para ver la puesta de sol.
Hay que cruzar el canal en barca para llegar a Ayutthaya.
Vista del canal que rodea la ciudad antigua de Ayutthaya.
Lavando la ropa en el canal.
Wat Ratburana, con su bonita prang de estilo Khmer.
Ruinas de otro antiguo templo con su chedi todavía en pie.
Enorme Buda reclinado de piedra.
Muchos turistas recorren las ruinas de Ayutthaya en elefante.
Wat Phra Si Sanphet, una de las ruinas más famosas de Ayutthaya.
Otro ángulo del Wat Phra Si Sanphet.
Wat Chai Wattanaram, un buen lugar para ver la puesta de sol.
Ruinas del Wat Chai Wattanaram al atardecer.
Detalle de una de las muchas imágenes de Buda del Wat Chai Wattanaram.
El Wat Phra Si Sanphet es magnífico cuando se ilumina por las noches.
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