Tiwanaku
Las excursiones a Tiwanaku desde La Paz suelen durar medio día y salen sobre las 8.00 h. de la mañana. Nosotros fuimos con Diana Tours y la verdad es que la excursión es mejorable. Para empezar nos colaron a un guía que hizo todo el tour en inglés, cuando hay cientos de agencias que lo ofrecen en español.
El guía también era un poco pesado y con sus interminables explicaciones apenas nos dejó tiempo para ver los restos arqueológicos. Claro que también contribuyó el mal tiempo. Nos cayó una copiosa nevada y eso es bastante raro en la zona porque a pesar de rozar los 4.000 metros es un clima muy árido y las precipitaciones no abundan. También hacía muchísimo frío.
Acabamos llenos de barro hasta las cejas, pero la experiencia también fue bonita porque pocas veces se puede ver Tiwanaku nevado. Además, después de comer en el restaurante donde nos llevó el guía (al lado de las ruinas) paró de nevar y salió el sol.
Con los compañeros de grupo conseguimos convencer al guía para volver un rato a las ruinas y ver Tiwanaku sin inclemencias meteorológicas. Dos Tiwanakus por el precio de uno, aunque las dos visitas por la vía rápida.
Tiwanaku es el centro arqueológico más importante de Bolivia y fue la capital de la cultura de los tiwanakus, que pobló estas tierras desde el año 1.500 a. c. hasta el 1.200 d. c. aproximadamente. Esta ciudadela llegó a albergar más de 100.000 habitantes y era un importante puerto en el Lago Titicaca. Actualmente la extensión del lago se ha reducido y sus aguas se encuentran a más de 20 km de Tiwanaku.
La mayor parte de las ruinas sigue bajo tierra y continúan las excavaciones, aunque a un ritmo muy lento. El templo semisubterráneo es su construcción más famosa, con 175 cabezas de piedra esculpidas en sus paredes. Se dice que una de estas cabezas es la de un extraterrestre.
La Puerta del Sol es otro de sus iconos. Estaba perfectamente orientada para que los rayos del sol la cruzaran durante los solsticios de verano (21 de diciembre) e invierno (21 de junio).
El guía también era un poco pesado y con sus interminables explicaciones apenas nos dejó tiempo para ver los restos arqueológicos. Claro que también contribuyó el mal tiempo. Nos cayó una copiosa nevada y eso es bastante raro en la zona porque a pesar de rozar los 4.000 metros es un clima muy árido y las precipitaciones no abundan. También hacía muchísimo frío.
Acabamos llenos de barro hasta las cejas, pero la experiencia también fue bonita porque pocas veces se puede ver Tiwanaku nevado. Además, después de comer en el restaurante donde nos llevó el guía (al lado de las ruinas) paró de nevar y salió el sol.
Con los compañeros de grupo conseguimos convencer al guía para volver un rato a las ruinas y ver Tiwanaku sin inclemencias meteorológicas. Dos Tiwanakus por el precio de uno, aunque las dos visitas por la vía rápida.
Tiwanaku es el centro arqueológico más importante de Bolivia y fue la capital de la cultura de los tiwanakus, que pobló estas tierras desde el año 1.500 a. c. hasta el 1.200 d. c. aproximadamente. Esta ciudadela llegó a albergar más de 100.000 habitantes y era un importante puerto en el Lago Titicaca. Actualmente la extensión del lago se ha reducido y sus aguas se encuentran a más de 20 km de Tiwanaku.
La mayor parte de las ruinas sigue bajo tierra y continúan las excavaciones, aunque a un ritmo muy lento. El templo semisubterráneo es su construcción más famosa, con 175 cabezas de piedra esculpidas en sus paredes. Se dice que una de estas cabezas es la de un extraterrestre.
La Puerta del Sol es otro de sus iconos. Estaba perfectamente orientada para que los rayos del sol la cruzaran durante los solsticios de verano (21 de diciembre) e invierno (21 de junio).
Al llegar a Tiwanaku estaba nevando.
Nevando sobre las cabezas del templo semisubterráneo.
La nevada fue ganando intensidad hasta el mediodía.
Templo de Kalasasaya.
¡Por fin sin nieve! Lisa pared del templo de Kalasasaya.
Cabezas del templo semisubterráneo.
Las nubes seguían siendo amenazadoras.
Monolito conocido como Ponce.
Detalle de una de las cabezas de Tiwanaku.
Pared de cabezas.
Esta es la cabeza que se supone que representa a un extraterrestre.
El monolito Ponce asoma tras la puerta.
Puerta del Sol, un antiguo calendario solar.
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