Cuzco
Cuzco es la antigua capital del imperio inca y el principal destino turístico de Perú. Levantada en un valle andino, la ciudad está rodeada de antiguas fortalezas defensivas, templos y otras ruinas incas, que dan fe de la importancia de Cuzco antes de la conquista española.
Con la llegada de los Conquistadores, en el siglo XVI, Cuzco se llenó de bellas iglesias y casas coloniales formando hoy día una magnífica fusión de arquitectura inca y colonial. Los atractivos turísticos son interminables.
Esa mezcla de arquitecturas es evidente en el Qorikancha, uno de los templos más importantes del imperio inca, cuyos muros sirven de cimientos al convento de Santo Domingo. Los restos incas son perfectamente visibles y se funden con el claustro y paredes del convento cristiano. El boleto turístico excluye esta entrada.
Los muros incas de piedra son todavía visibles en muchas calles de Cuzco porque los colonos desmantelaron antiguas construcciones indígenas para aprovechar las piedras en la construcción de sus casas. La estrecha calle Loreto es el mejor ejemplo.
La plaza de Armas es el centro neurálgico de la ciudad y una de las más bonitas de Suramérica. La catedral y la iglesia de la Compañía de Jesús son sus referencias. Las arquerías que rodean sus cuatro costados y los balcones coloniales están llenos de encanto. Su nombre en quechua es Huacaypata y es que casi todas las calles y plazas de Cuzco tienen doble nominación en español y quechua. Los bares de sus balcones son un buen lugar para saborear la cerveza Cusqueña y contemplar la plaza.
Todas las calles que rodean la plaza de Armas son magníficos ejemplos de arquitectura colonial, aunque destacan especialmente las plazas como la del Regocijo o la plaza San Francisco. Las iglesias de Cuzco también son de extraordinaria belleza y se cuentan por decenas. Destacaríamos la de La Merced, San Francisco, Santa Clara y San Pedro.
El barrio de San Blas es otro de los grandes atractivos de la ciudad. Repleto de cuestas y estrechas callejuelas, San Blas se está convirtiendo en el barrio bohemio de Cuzco, con muchas galerías de arte y tiendas de artesanía. Hay museos, restaurantes, bares y un bonito mercadillo en la plazoleta de San Blas.
Pero Cuzco no termina en los límites de la ciudad. Sus alrededores esconden magníficas ruinas incas y son de obligada visita. Si el tiempo es escaso, como en nuestro caso, la mejor forma de visitarlas es en el city-tour de alguna agencia. Duran medio día y se visitan varios restos arqueológicos. Es necesario el boleto turístico para entrar. Nosotros vimos los siguientes, además de un tour guiado por el Qorikancha:
Sacsahuamán. Sus enormes piedras demuestran la majestuosidad del lugar, situado en lo alto de una colina con buenas vistas de Cuzco. Teóricamente, Sacsahuamán representa la cabeza de un puma y toda la ciudad de Cuzco sería el cuerpo. Son las más bonitas de los alrededores.
Quenqo. Un pequeño e interesante templo excavado en la roca, que representa tres niveles, cada uno representado por un animal. El cielo (cóndor), la tierra (puma) y el infierno (serpiente). Una trilogía equivalente en el cristianismo.
Pukapukara. Son las menos interesantes aunque llama la atención su piedra rojiza.
Tambomachay. Son unas antiguas fuentes sagradas de los incas. Destaca la canalización por el interior de la roca de la que hoy día todavía mana el agua.
En Cuzco nos alojamos en el hostal Saphi, con una buena relación calidad-precio en los aledaños de la plaza de Armas. La habitación doble con desayuno cuesta 100 soles (24 euros). Tiene agua caliente las 24 horas.
Para continuar viaje hacia Arequipa compramos billetes de autobús nocturno con Cruz del Sur. Los billetes los venden en cualquier agencia de Cuzco y cuestan unos 20 euros. Los buses de esta compañía son caros, pero cómodos y seguros. Llegan a Arequipa sobre las 6.00 h. de la mañana.
Con la llegada de los Conquistadores, en el siglo XVI, Cuzco se llenó de bellas iglesias y casas coloniales formando hoy día una magnífica fusión de arquitectura inca y colonial. Los atractivos turísticos son interminables.
Esa mezcla de arquitecturas es evidente en el Qorikancha, uno de los templos más importantes del imperio inca, cuyos muros sirven de cimientos al convento de Santo Domingo. Los restos incas son perfectamente visibles y se funden con el claustro y paredes del convento cristiano. El boleto turístico excluye esta entrada.
Los muros incas de piedra son todavía visibles en muchas calles de Cuzco porque los colonos desmantelaron antiguas construcciones indígenas para aprovechar las piedras en la construcción de sus casas. La estrecha calle Loreto es el mejor ejemplo.
La plaza de Armas es el centro neurálgico de la ciudad y una de las más bonitas de Suramérica. La catedral y la iglesia de la Compañía de Jesús son sus referencias. Las arquerías que rodean sus cuatro costados y los balcones coloniales están llenos de encanto. Su nombre en quechua es Huacaypata y es que casi todas las calles y plazas de Cuzco tienen doble nominación en español y quechua. Los bares de sus balcones son un buen lugar para saborear la cerveza Cusqueña y contemplar la plaza.
Todas las calles que rodean la plaza de Armas son magníficos ejemplos de arquitectura colonial, aunque destacan especialmente las plazas como la del Regocijo o la plaza San Francisco. Las iglesias de Cuzco también son de extraordinaria belleza y se cuentan por decenas. Destacaríamos la de La Merced, San Francisco, Santa Clara y San Pedro.
El barrio de San Blas es otro de los grandes atractivos de la ciudad. Repleto de cuestas y estrechas callejuelas, San Blas se está convirtiendo en el barrio bohemio de Cuzco, con muchas galerías de arte y tiendas de artesanía. Hay museos, restaurantes, bares y un bonito mercadillo en la plazoleta de San Blas.
Pero Cuzco no termina en los límites de la ciudad. Sus alrededores esconden magníficas ruinas incas y son de obligada visita. Si el tiempo es escaso, como en nuestro caso, la mejor forma de visitarlas es en el city-tour de alguna agencia. Duran medio día y se visitan varios restos arqueológicos. Es necesario el boleto turístico para entrar. Nosotros vimos los siguientes, además de un tour guiado por el Qorikancha:
Sacsahuamán. Sus enormes piedras demuestran la majestuosidad del lugar, situado en lo alto de una colina con buenas vistas de Cuzco. Teóricamente, Sacsahuamán representa la cabeza de un puma y toda la ciudad de Cuzco sería el cuerpo. Son las más bonitas de los alrededores.
Quenqo. Un pequeño e interesante templo excavado en la roca, que representa tres niveles, cada uno representado por un animal. El cielo (cóndor), la tierra (puma) y el infierno (serpiente). Una trilogía equivalente en el cristianismo.
Pukapukara. Son las menos interesantes aunque llama la atención su piedra rojiza.
Tambomachay. Son unas antiguas fuentes sagradas de los incas. Destaca la canalización por el interior de la roca de la que hoy día todavía mana el agua.
En Cuzco nos alojamos en el hostal Saphi, con una buena relación calidad-precio en los aledaños de la plaza de Armas. La habitación doble con desayuno cuesta 100 soles (24 euros). Tiene agua caliente las 24 horas.
Para continuar viaje hacia Arequipa compramos billetes de autobús nocturno con Cruz del Sur. Los billetes los venden en cualquier agencia de Cuzco y cuestan unos 20 euros. Los buses de esta compañía son caros, pero cómodos y seguros. Llegan a Arequipa sobre las 6.00 h. de la mañana.
La catedral de Cuzco.
Plaza de Armas.
Preciosos balcones en la plaza de Armas.
Un taxi cuzqueño frente a las arquerías de la plaza de Armas.
Dos señores tomando el sol en la fuente central de la plaza de Armas.
Campanario de la iglesia de La Merced.
La catedral tras las arquerías de la plaza de Armas.
Iglesia de la Compañía de Jesús, en primer plano.
Mujer quechua en las calles de Cuzco.
Calle Santa Teresa y al fondo la iglesia del mismo nombre.
Plaza del Regocijo.
Muros incas en la calle Loreto.
Niño corriendo junto a los muros incas.
Nombre quechua de una calle cuzqueña.
Sobre los antiguos muros incas se levantan edificios coloniales.
¡Animación en las calles!
Empinadas cuestas en el barrio de San Blas.
Escaleras de la calle de la Amargura.
Estrechas calles de San Blas.
Otra callejuela de San Blas.
Plazoleta de San Blas.
Mercadillo de la plaza de San Blas.
Convento de Santa Clara y al fondo la iglesia de San Pedro.
Se respira aroma colonial.
El majestuoso Qorikancha.
Claustro del convento de Santo Domingo, en el Qorikancha.
Una puerta inca del Qorikancha conduce al claustro de Santo Domingo.
Fuente de agua sagrada en Tambomachay.
Artesanía junto a las ruinas de Tambomachay.
Ruinas de Sacsahuamán.
Enormes piedras forman Sacsahuamán.
Panorámica de Cuzco desde Sacsahuamán.
Luna llena en la noche cuzqueña.
Bellas fotos. es cierto, faltó lo de la piedra de los 12 ángulos, y Cuzco de noche es un tema aparte :) .
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