Pingyao
En el hotel de Pekín compramos los billetes de tren (hard-sleeper) para Pingyao. Casi todos los hoteles-hostales tienen una mini-agencia de viajes donde reservar billetes de tren, avión o excursiones. Son muy útiles porque te evitan colas y problemas de idioma, ya que suelen hablar inglés. Te cobran una comisión, pero merece la pena.
Intentamos también comprar los billetes de Pingyao a Xian para el día siguiente y así evitarnos hacer noche en Pingyao, pero fue imposible. Sólo reservan para los trenes que parten de la misma ciudad en la que estás, así que no nos quedó más remedio que reservar en un hotel de Pingyao.
El viaje en litera dura duró unas 10 horas. Te ahorras una noche de hotel y se duerme bien. Al llegar a Pingyao, sobre las 6 de la mañana, nos vino a buscar a la estación un rickshaw del hotel que habíamos reservado.
El sitio se llamaba Yamen Hostel y la habitación doble costaba 14 euros. Este es su correo electrónico por si queréis reservar hostelpingyao@yahoo.com.cn Telf. 0354 5683539 Es muy barato y se trata de una típica casa de Pingyao con patio interior, aunque el baño de las dobles no es para tirar cohetes. Su situación es buena en el centro del casco histórico.
Al llegar al hotel intentamos comprar billetes de autobús para el día siguiente a Xian (unas 8 horas), pero no había y eso que en Pekín nos habían asegurado que nos los tendrían preparados. Tampoco había de tren para el día siguiente. Fue una putada porque no estábamos dispuestos a pasar dos noches en Pingyao (es un pueblo bonito, pero pequeño y se ve en un día). Después de mucho negociar con la tía del hotel, nos dijo que podía conseguirnos una litera dura en el tren para esa misma noche. No nos quedó más remedio que aceptar, aunque ya habíamos pagado la noche de hotel, que lógicamente no nos devolvieron. (14 euros tampoco era un gran pérdida).
Resuelto el tema del viaje nos fuimos a ver Pingyao. Es un pueblo que gozó de gran esplendor en el siglo XIX debido a los numerosos bancos que se instalaron. Esos antiguos bancos son ahora uno de los atractivos de la ciudad porque son casas laberínticas de una planta con bonitos patios interiores y jardines.
La muralla que rodea el casco antiguo es una maravilla y se puede recorrer en parte. El pueblo es muy bonito, aunque demasiado explotado por el turismo. Todos los bajos de las casas son tiendas de souvenirs.
Hacia las 20.00 de la tarde y después de haber pateado todo el día nos fuimos para la estación a por el tren a Xian.
Estación de trenes de Pingyao.
La Muralla que rodea la ciudad antigua de Pingyao.
Una de las calles principales dentro de la muralla.
Otra calle repleta de comercios.
Muchas casas cuelgan farolillos rojos en la entrada.
Una de las puertas de entrada a la ciudad antigua.
Un chino de Pingyao.
Un vendedor de verduras y hortalizas.
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